Equilibrista en inglés se dice tightrope walker , que se puede traducir un tanto cacofónicamente como caminante por la cuerda floja. Es casi igual, pero no es lo mismo: las connotaciones son más peligrosas. Y, precisamente por ello, casan mejor con la situación que atraviesa España en estos momentos. Sin noticias del rescate, los inversores parecen estar aguantando la respiración. Todavía, eso sí, no se les ha puesto la cara morada: la convicción de que la ayuda a España está al caer se ha convertido en una especie de reserva de aire. Pero, claro, se va consumiendo. Y ciertas cosas no ayudan a que dure, como el anuncio del representante alemán en el BCE (de dónde si no) de que la petición de socorro no implicará que la institución compre deuda automáticamente para mejorar la financiación del país. Ayudando...

Un signo del cambio de los tiempos: ayer parecía que los mercados estaban esperando un gran acontecimiento. Pero a lo que aguardaban, en realidad, es a los resultados de Apple, que decepcionaron. Un dato de crecimiento de Estados Unidos mejor de lo esperado neutralizó ese efecto negativo. Total, que tablas: el Ibex 35 cerró con una caída mínima, del 0,05% (1,7% en la semana), hasta los 7.775,6 puntos, mientras la prima de riesgo subía ligeramente hasta los 405 puntos básicos. Como cantaba Elis Regina: "¡Azar! / la esperanza equilibrista / sepa usted que el espectáculo / de todos los artistas / tiene que continuar". Pues eso.