Seguramente habrán leído que el Artico está perdiendo hielo desde hace años como consecuencia del calentamiento global. Pero, curiosamente, la Antártida, en el otro extremo del mundo, no para de incrementar su superficie de hielo marino. ¿Será una suerte de equilibrio universal? Sería bonito, pero lo cierto es que los científicos explican que el calentamiento tiene efectos distintos en cada parte del planeta.

De hecho, lo que gana el continente del sur es mucho menos de lo que pierde el océano del norte. Pasa un poco como con la crisis europea. Ya saben que, mientras a España y a los otros países en el purgatorio de la austeridad les sale carísimo financiarse, a otros estados, como Alemania, les pagan para comprar su deuda. Unos ganan y otros pierden pero, mirado en conjunto, a nadie conviene.

Es lo que parecen estar pensando los inversores, a los que no les gusta ver como la cancillera Merkel no termina de permitir el rescate de España. El mercado sigue las evoluciones europeas como si de una película de Hitchcock se tratase. Y ahora toca uno de esos momentos en que, entre dos situaciones excitantes, la acción se ralentiza y tensa para generar el próximo golpe de efecto. Los rumores de que Fitch podría bajar la nota de EEUU terminaron de conformar una jornada de incertidumbre. El Ibex 35 cerró en los en 7.779,20 puntos, tras caer el 0,16%, y la prima de riesgo subió hasta los 403 puntos básicos.