La Comisión Europea vigila cada vez más de cerca al Gobierno de Mariano Rajoy porque la desconfianza de los inversores hacia España daña la credibilidad del conjunto de la zona euro y del proyecto de integración europea. Dos días antes de la adopción del nuevo plan de reformas y de los presupuestos para el 2013 con los que España aspira a recuperar la credibilidad, la Comisión Europea recordó ayer al Gobierno que las recomendaciones de la Unión Europea (UE) incluyen medidas en pensiones y acelerar la entrada en vigor del retraso de la jubilación a 67 años.

El plan de reformas que aprobará esta semana el Gobierno "debe incluir medidas que también contribuyan a reducir el déficit público" y a "cumplir con los objetivos" fijados a España para este año y los sucesivos, destacaron fuentes comunitarias. "La adopción de reformas en materia de pensiones para asegurar que la edad de jubilación está en línea con la esperanza de vida figura entre las recomendaciones aprobadas en junio", señalaron las mismas fuentes ante la insistencia del Gobierno de que no tiene previsto ninguna modificación en materia de pensiones. "La reducción del déficit público no puede basarse solo en el recorte de gastos, sino que también debe apoyarse en reformas que tengan un impacto presupuestario positivo", precisaron las citadas fuentes comunitarias.

El Gobierno español está consultando a la Comisión Europea muy estrechamente para acabar de redactar el plan de reformas, pidiendo aclaraciones a los responsables comunitarios sobre el alcance y el objetivo de cada una de las recomendaciones, reconoció el Ejecutivo comunitario. "Las autoridades españolas están preguntando qué significa cada una y qué medidas concretas implican y después exponen su propuesta para el plan de reformas para comprobar que sea correcta", explicaron fuentes comunitarias. "Las conversaciones a nivel técnico son constantes", precisaron.

Respecto al proyecto de Presupuestos para el 2013, la Comisión Europea espera que "España respete sus compromisos" de reducir el déficit al ritmo previsto. "Es esencial", insistieron fuentes comunitarias, que España reduzca el déficit al 6,3% del producto interior bruto (PIB) en el 2012 y lo baje al 4,5% en el 2013, para colocarlo en el 2,8% en el 2014.

Alemania, Holanda y Finlandia se sumaron a la presión de la Comisión Europea e instaron a España en una nota conjunta a "continuar con la agenda de reformas en los plazos debidos". Los tres países expresaron también su oposición a que el Mecanismo Europeo de Estabilidad pueda recapitalizar directamente a los bancos con efectos retroactivos, como aspira España.