El secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez Latorre, se ha mostrado confiado en que las negociaciones con la Comisión Europea permitan dejar claro que la ayuda comunitaria a la banca no afectará al Estado, como temen los inversores. Es de "interés para el prestamista y prestatario", ha asegurado, ya que el "objetivo" del apoyo europeo es que el Tesoro se pueda financiar en el mercado.

Una vez descartado que los bancos reciban la ayuda directamente, a lo que se ha opuesto Alemania, el número dos del Ministerio de Economía ha planteado que se "desvincule" a la dueda pública del rescate mediante un pronunciamiento "formal" por parte de la Comisión o, "en la práctica", mediante las condiciones del crédito europeo, que se negociarán en las próximas semanas. Un plazo largo, con un periodo de carencia extenso y un interés bajo lograría el mismo efecto, ha asegurado en un curso de la Universidad Menéndez Pelayo y la APIE en Santander.

El alto directivo de Economía ha reconocido que el Tesoro, a través del FROB, es el garante del crédito europeo, pero ha afirmado que la "recapitalización directa a la banca es una opción que queda abierta". "Nada impide que, en un momento del futuro, si se crea ese instrumento, se utilice", ha mantenido.

También ha defendido que, aunque el crédito afectará a la deuda pública y quizás al déficit, no supone ningún riesgo. "Al contribuyente no le tienen que preocupar porque no va a desequilibrar de forma profunda la deuda", ha aseverado.

Latorre ha reiterado que las entidades nacionalizadas no tendrán que esperar hasta septiembre, cuando se conozcan las necesidades de capital entidad por entidad, para ser saneadas. Sin embargo, ha revelado que primero podrían recibir liquidez de los "instrumentos necesarios" que tiene la Comisión Europea, mientras que su recapitalización definitiva se podría demorar "tres o cuatro meses como máximo".

El secretario de Estado ha asegurado que Bruselas será "muy exigente" con las condiciones que pondrá a las entidades que ayude, con medidas como restricciones en las políticas comerciales. La Comisión suele imponer a los accionistas y bonistas que pierdan parte o toda su inversión, pero Latorre se mostró confiada en que tenga "sensibilidad" al hecho de que las preferentes se han colocado en España básicamente a pequeños ahorradores que desconocían el riesgo que contrataban.