El consumo de cemento se hundió un 37,2% el pasado mes de mayo y se situó en 1,26 millones de toneladas, cantidad que mantiene la demanda del sector en niveles de los años sesenta, según informó la patronal Oficemen.

En los cinco primeros meses del año la actividad de construcción absorbió 5,98 millones de toneladas de demanda de cementos, lo que arroja un descenso del 34,6% respecto al mismo periodo de 2011.

Según la patronal, a cierre de mayo España consumía una media de 57.594 toneladas diarias de cemento, una tercera parte de la cantidad que se registraba en 2008, al inicio de la crisis.

La contracción de los primeros meses de 2012 sucede al retroceso del 64% que la venta de cemento acumula en el conjunto de los cuatro ejercicios (2008-2011) de descensos encadenados que ya suma el sector.

Todo ello se tradujo en un nuevo ajuste de producción, de forma que en mayo las plantas cementeras radicadas en España recortaron en un 34,7% la producción de cemento, hasta 1,40 millones de toneladas. En lo que va de año, las fábricas disminuyeron en un 28,8% su producción, hasta los 7,07 millones.

"Recorrido para el sector"

Oficemen considera que el sector de la construcción cuenta con "recorrido", un potencial que estima ligado a "la rehabilitación de edificios y a infraestructuras como un plan hidráulico, el ferrocarril de mercancías y el mantenimiento de carreteras".

El director general de la patronal, Aniceto Zaragoza, indicó en un comunicado que en tanto la UE prevé para después del verano medidas para impulsar la competitividad del sector europeo de la construcción, "en España las administraciones públicas intentan contener el déficit a costa de la inversión en obra pública, con las negativas consecuencias que ello tienen sobre la actividad económica, la competitividad y el empleo".