La revista británica The Economist ha dado respaldo a la reclamación que estos días está planteando el Gobierno de Mariano Rajoy a sus socios comunitarios --Soraya Sáenz de Santamaría ha conseguido el apoyo de EEUU-- y ha defendido la necesidad de que la UE inyecte dinero del fondo del rescate directamente a los bancos españoles; una opción no prevista actualmente en el pacto de estabilidad financiera y que por ahora no tiene el apoyo de la cancillera alemana, Angela Merkel. En un artículo publicado este viernes con el título de Cómo salvar a España, la revista considera que España y la UE se equivocan en el enfoque de cómo solucionar la crisis y pide tanto al Ejecutivo español, como a Berlín y a Bruselas un "replanteamiento radical" de la situación.

A juicio del semanario, es un error centrar los esfuerzos para solucionar la crisis en la reducción del déficit. Antes que eso, sostiene, la prioridad es sanear los bancos españoles. "El problema de España no es la deuda pública, es la deuda privada", insiste el artículo que advierte de que "el tiempo para resolver esta crisis se está agotando".

"El Gobierno español debería tener libertad para centrarse menos en la austeridad fiscal y más en sanear la banca. Y la UE debería ayudar a España permitiendo la inyección de capital del fondo de rescate directamente en los bancos", subraya la revista, que insiste en que "poner el foco en la fiscalidad es un paso atrás". "El déficit es un síntoma de la crisis, no la causa", añade tras denunciar la "borrachera hipotecaria" de particulares y empresas.

La vacilación de los políticos

The Economist reprocha a la clase política española que haya "vacilado" a la hora de abordar la reestructuración bancaria "por temor a que ello requeriría una inyección de fondos públicos que empeoraría las finanzas públicas". Llegado al punto actual, con la crisis de Bankia, la prima de riesgo disparada y con la sombra del rescate, el semanario señala que "mejor que hacer poco y tarde como hasta ahora, el Gobierno debería admitir la gravedad del problema y sanear los bancos, moviendo los activos tóxicos y cerrando o recapitalizando lo que quede".

Obviamente esta opción cuesta dinero, una media del 10% del PIB según estimaciones de la revista, que apunta que España podría asumir el pago de 100.000 millones de euros, pero el problema ha alcanzado tal escala que la ayuda exterior se hace imprescindible. Y ahí es donde The Economist ve en la inyección directa del fondo del rescate a la banca española, una opción que esquivaría la vía de la intervención.

Romper el círculo vicioso

"Inyectar fondos europeos a los bancos españoles daría una señal de confianza más convincente a los mercados", opina. "Si la UE inyectase fondos, ello dañaría menos las finanzas y el círculo vicioso de bancos débiles y la deuda soberana disparada se rompería", augura el semanario.

Esta solución topa por ahora con las reticencias de Alemania que, además, lo debería aprobar en sede parlamentaria. Frente al temor de Berlín de que al inyectar dinero España no cumpla con las reformas, The Economist propone condicionar esa inyección de capital al cumplimiento de las reformas pactadas.