Y al final, presionado por parte de su partido y dolido por el veto del PP a las explicaciones parlamentarias sobre Bankia, el PSOE solicitó una comisión de investigación. Fue ayer, a última hora, y después de que el PP, en la subcomisión del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), que se reúne a puerta cerrada, retrasara ocho días la votación sobre la comparecencia del aún gobernador del Banco de España, Miguel Angel Fernández Ordóñez, que el día anterior comunicó su renuncia. Aquello era más de lo que los socialistas, que llevan días pidiendo explicaciones "urgentes" y "con luz y taquígrafos" de Fernández Ordóñez, el Gobierno y los gestores de Bankia, estaban dispuestos a soportar.

Según la versión oficial, el PSOE tenía preparado desde el lunes el escrito. Pero esperó al martes, para ver qué hacía el PP en la Comisión de Economía, a la que el gobernador del Banco de España había enviado una carta en la que se mostraba dispuesto a dar su versión sobre la entidad nacionalizada. Los conservadores derivaron la petición a la subcomisión del FROB. Podría haber presentado la petición en ese momento, pero el PSOE quiso darle otra oportunidad al PP. Ayer, al ver que se trataba de una estrategia para dilatar las explicaciones y continuar con el "oscurantismo", los socialistas decidieron que ya bastaba.

En el grupo socialista ya se había gestado cierto malestar con la forma en la que su líder, Alfredo Pérez Rubalcaba, conducía este asunto. El martes, durante la reunión de parlamentarios del partido, hubo voces que criticaron la no petición de una comisión de investigación.

ESCUCHAR Y RECTIFICAR "Rubalcaba sabe escuchar. Y si es necesario, rectifica", señalaron fuentes cercanas al secretario general horas antes de que el PSOE reclamase la comisión. Por la mañana, durante la sesión de control al Gobierno, el líder socialista ya había afeado a Mariano Rajoy su nulo interés en aclarar el asunto. "Ustedes hablan de transparencia. Dejen que en esta Cámara comparezcan los gestores y los exgestores de Bankia para que los ciudadanos sepan qué ha pasado y tengan garantía de que se va a devolver todo el dinero público", se quejó. Rajoy se ciñó a la pregunta registrada en el orden del día, emplazó al jefe de la oposición a buscar un pacto sobre el crecimiento ante la UE y no se detuvo en Bankia.

Tras conocer el cambio de postura de los socialistas, el PP explotó la idea del PSOE como una fuerza dividida con un líder, Rubalcaba, que se deja "arrastrar por las posiciones más radicales". "Rubalcaba, entre el alma de Felipe González y Tomás Gómez, ha elegido a Gómez", dijo el portavoz del PP en el Congreso, Alfonso Alonso. En las filas populares también hubo cierto choque. Alonso desautorizó al diputado Vicente Martínez-Pujalte, que dio a entender que el PP no vetaría la comparecencia de Fernández Ordóñez.