La Bolsa española remonta. El selectivo se ha anotado una ligera subida del 0,13% al cierre de mercado. Este viernes toda la atención la ha acaparado Bankia, la CNMV ha suspendido su cotización por "falta de concreción en las cifras", que más tarde se precisaron en 19.000 millones de euros en ayudas públicas. Además, la prima de riesgo se ha disparado hasta casi 500 puntos básicos, después de que Cataluña haya reconocido que necesitará ayuda del Estado para pagar su deuda.

La prima de riesgo ofrecida a los inversores por los bonos españoles en relación con los alemanes se situaba tras la apertura de los mercados europeos en 459,6 puntos básicos, con un interés del 6,015%, tras iniciar la jornada en 475,8 enteros.

Por su parte, el diferencial entre la deuda italiana y el 'bund' se estrechaba a 414,40 puntos básicos, con un rendimiento del 5,563%, tras iniciar la jornada en 432,7 enteros.

Poco antes de las 17.00 horas, la prima de riesgo alcanzaba los 496,1 puntos básicos, con un interés del 6,323%. La última vez que superó los 500 fue el pasado 16 de mayo.

De esta manera, el diferencial entre la deuda italiana y el 'bund' también repuntaba poco antes del cierre de sesión en las bolsas europeas, aunque en menor medida que el de España.

Así, la prima de Italia repuntaba hasta los 443 puntos básicos, con un interés del 5,794%, en comparación con los 432,7 enteros en los que abrió la jornada, durante la que ha llegado a alcanzar los 410,5 puntos.

Finalmente, el diferencial español se volvía a tensionar y alcanzaba los 484 al cierre de mercado. En concreto, la prima se ha disparado después de que el presidente de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas, ha desvelado en un encuentro con periodistas de medios extranjeros en Madrid que su comunidad autónoma necesitará ayuda del Estado para pagar su deuda este año a través de la creación de algún mecanismo de refinanciación.

"No nos importa cómo lo hagan, pero necesitamos pagar a fin de mes. Una economía no se recupera si no puede pagar sus deudas", ha advertido Mas. El Govern ha señalado en un comunicado que está "cumpliendo estrictamente" su programa financiero y prevé seguir haciéndolo.

Según Mas, el Gobierno catalán se está quedando sin opciones: en los últimos dos años, Catalunya ha colocado 'bonos patrióticos' a un interés de entre el 4,5 y el 5 por ciento, si bien ha afirmado que la capacidad de los catalanes para comprar dichos bonos está en el límite; es más, ha indicado que un cuarto de los ahorros de los catalanes está dirigido a pagarlos.

Por su parte, la vicepresidenta y portavoz del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha asegurado que el Gobierno trabaja para conseguir un "horizonte de estabilidad" en la deuda, tal y como ya dijo el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, tras la última cumbre europea.

Así lo ha señalado Sáenz de Santamaría en la rueda de prensa posterior a Consejo de Ministros al ser preguntada por si el Gobierno ha conseguido una garantía por parte del Banco Central Europeo (BCE) de que intervendrá si sigue subiendo la incertidumbre. CIERRA EN POSITIVO CON LA AUSENCIA DE BANKIA

Aun así, el Ibex ha resistido la cota de los 6.500 puntos, al anotarse una ligera subida del 0,13% al cierre de mercado. Aunque no ha podido cerrar la semana en tablas, el selectivo ha limitado las pérdidas al 0,4%.

La gran banca --Santander se revalorizó un 0,24% y BBVA un 0,02%-- y Repsol (+0,51%) lograron cerrar finalmente en positivo. Ahora bien, Telefónica, golpeada por rebajas en su 'rating', se dejó un 0,69%. Indra dominó el rojo, al ceder un 2,47%, seguida de Popular (-2,16%).

Sacyr protagonizó la mayor subida del selectivo, al dispararse un 5,45%, y Abengoa (+4,34%) y Mediaset (+4,11%) se anotaron el segundo y tercer mayor avance de la jornada. ACS ganó un 3,22% y Técnicas Reunidas, un 2,49%.

Así pues, el Ibex permanecía en mínimos de 2003, a pesar de haberse anotado tres avances en la semana. El selectivo retrocedió a los 6.543 puntos.

En el resto de plazas del Viejo Continente se extendieron las ganancias, con Lisboa a la cabeza tras avanzar un 1,1%. El euro, por su parte, se intercambiaba por debajo de la cota de los 1,26 dólares.

En la semana, Bankia se erigió como el valor que más perdió (-10,59%). Santander se dejó sólo un 0,59% y BBVA, un 0,40%, mientras Telefónica amplió las pérdidas al 3,12%. Repsol se desmarcó del rojo y sumó un 1,24%, si bien Sacyr despuntó al dispararse un 37,7%. SUSPENDIDA DE COTIZACION CAUTELARMENTE

Y es que este viernes la atención la ha acaparado Bankia. La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha suspendido cautelarmente, con efectos inmediatos, la cotización de los títulos de la entidad, al concurrir circunstancias que pudieran perturbar el normal desarrollo de las operaciones sobre dicho valor, sin precisar cuándo regresará al parqué.

Esta decisión del supervisor tuvo lugar minutos antes de la apertura, por lo que la entidad no llegó a iniciar la negociación, lo mismo que su matriz Banco Financiero y de Ahorros (BFA), que también fue suspendido.

La medida tomada por la CNMV se produce después de conocerse la intención del presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, de prponer a su consejo de administración un plan de capitalización para sanear la entidad. Sus acciones cerraron el jueves a un precio de 1,570 euros, con un descenso del 7,43%.

Por su parte, la entidad ha afirmado que "la falta de concreción en las cifras" le ha llevado a pedir a la CNMV la suspensión en Bolsa. "La sociedad, a la vista de la falta de concreción en las cifras hasta que el consejo haya adoptado el acuerdo definitivo, solicita a la CNMV la suspensión de la cotización", ha señalado la entidad en un comunicado remitido al organismo supervisor.

De esta manera, Bankia aprovechará la invitación realizada el jueves por el ministro de Economía, Luis de Guindos, para que el Estado inyecte "el volumen suficiente de recursos públicos para que la solvencia y rentabilidad de la entidad queden absolutamente cubiertas".

Así, el nuevo equipo de gestión liderado por Goirigolzarri, una vez analizado junto al Banco de España el plan de saneamiento de BFA-Bankia, pedirá los recursos necesarios al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).

Finalmente, la entidad requiere ayudas públicas por importe de 19.000 millones de euros entre saneamientos y necesidades de capital para garantizar su viabilidad futura, según informaron a Europa Press en fuentes financieras.