"Si te adhieres al código de buenas prácticas aprobado por el Gobierno, que incluye la dación en pago, la voluntariedad desaparece. Durante dos años estás obligado a cumplir esas prácticas, lo cual ya es mucho más de lo ha habido hasta ahora". Un directivo de CatalunyaCaixa, exponía así que, pese a que algunas críticas han subrayado la escasa eficacia que tendrá el código, el sector financiero tendrá que hacer un esfuerzo para responder a las nuevas exigencias y evitar la exclusión social. Ayer, varios grandes bancos dieron a conocer su adhesión al código.

El Santander fue el primero de los grandes bancos en comunicar su compromiso con las nuevas prácticas. También lo hicieron CatalunyaCaixa, Novacaixa Banco, Bankinter y un numeroso grupo de cajas rurales. El Banco Sabadell dio a conocer que también se suma, si bien no emitió ningún comunicado de prensa.

"No es previsible que alguna entidad financiera se quede fuera de un código que se llama de buenas prácticas . Te verías estigmatizado", comentaron fuentes financieras. Incluso la patronal bancaria prevé que se sumen todas las entidades. En el sector se insiste en que adherirse supone un esfuerzo. Una idea que no comparte la asociación que agrupa a los afectados por las hipotecas. "Si analizamos en detalle los criterios y requisitos que deberán cumplir las personas afectadas para acogerse a la medida, aun en el supuesto de que todas las entidades decidiesen adherirse al código, la práctica totalidad de las familias hipotecadas se quedarán fuera", argumenta.

TRES FASES El código contempla tres fases de actuación. La primera está destinada a reestructurar la deuda, mediante la carencia en la amortización del capital durante cuatro años y el alargamiento del plazo de amortización a 40 años. Si después de esta medida la cuota resultante a pagar fuera superior al 60% de los ingresos con los que cuenta la familia, las entidades asumi- rán una quita de parte del capital pendiente de pago. Si aún no