La propuesta del Ministerio de Economía de que las entidades financieras se acojan a un código de buenas prácticas en el que se incluye la dación en pago de la vivienda por parte de los clientes que no pueden pagarla no ha caído en saco roto. Bancos y cajas apuntan que se acogerán sin problemas porque se trata de prácticas que ya están realizando. No obstante, esperan que las condiciones que acabe imponiendo el Gobierno para establecer los mecanismos que permitan evitar la ejecución hipotecaria de las familias alivien cargas administrativas y fiscales.

Para el sector, lo más importante es definir el umbral de exclusión según el cual se accederá a la dación en pago de la vivienda y aligerar los gastos administrativos.