"Es la primera reforma laboral profunda en democracia", dijo ayer el vicepresidente de la patronal CEOE, Arturo Fernández. "En la historia democrática de este país, nunca ha habido una reforma tan brutal", contrapuso el secretario general de UGT de Cataluña, Josep Maria Alvarez. El entusiasmo expresado por las organizaciones empresariales y la frustración manifestada por representantes sindicales refleja el primer impacto que produjo en los agentes sociales el anuncio del Gobierno.

La reforma "quita derechos al trabajador para dárselos al empresario", afirmó Alvarez. Para algunas patronales, sin embargo, el Gobierno se ha quedado corto. En un comunicado, la catalana Fomento del Trabajo, una de las pocas que se pronunciaron oficialmente, afirmó que la reforma es "limitada y desigual" y que el despido de 33 días "se mantiene muy por encima de la media europea". Otras, como Pimec, opinaron que el requisito de registrar una caída de las ventas durante tres trimestres seguidos para justificar una causa de despido objetiva es "exagerado".

Hoy hablarán los secretarios generales de UGT y CCOO, Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo, en una rueda de prensa conjunta. De momento, ayer, algunos sindicatos dieron por seguras movilizaciones si el Gobierno no promueve cambios durante el trámite parlamentario. Criticaron la rebaja de la indemnización del despido improcedente, que se facilite a las empresas acogerse al despido más barato --el de 20 días por año trabajado-- y que se elimine la autorización administrativa previa para los ERE. El sindicato vasco LAB llamó a dar una respuesta "contundente", aunque de momento nadie habla todavía de convocar una huelga general.

Las patronales CEOE y Cepyme afirmaron que la reforma va "en buena dirección" para la recuperación del empleo. Los empresarios valoran la eliminación de la autorización administrativa previa para los ERE, la mejor definición de las causas de despido por razones económicas, el plazo máximo de vigencia de dos años desde la denuncia del convenio, el contrato de formación y arbitraje, y las nuevas fórmulas de flexibilidad interna en la negociación colectiva.

Las organizaciones de autónomos ATA, UATAE y UPTA celebraron el trato diferenciado dispensado a las empresas con menos de 50 trabajadores (con medidas como el nuevo contrato indefinido para emprendedores).