Tras un fin de semana sin actividad aérea, Spanair presentó ayer concurso voluntario para la quiebra de la empresa, al que se añadió otra petición de concurso necesario presentado por parte de varios acreedores, La dirección de la compañía también ha iniciado la tramitación de un expediente de regulación de empleo (ERE), que afectará a 2.075 trabajadores.

Los empleados reaccionaron ayer con el anuncio de movilizaciones y exigieron a la Generalitat de Cataluña que intervenga dado su protagonismo en el proyecto. De hecho, la Administración catalana es también uno de los mayores acreedores de la compañía quebrada, a través de los créditos participativos y de otro tipo que aportó a la compañía desde el 2009.

La Generalitat ha aportado directamente a Spanair 135,5 millones de euros desde que fue comprada por un grupo de empresarios catalanes por un euro. De esta cifra, 126 corresponden a las participaciones de empresas públicas (20 millones de Cimalsa y 106 de Avançsa) y 9,5 millones a un crédito del Instituto Catalán de Finanzas (ICF).

El juzgado mercantil 10 de Barcelona será el encargado de tramitar el concurso de acreedores . El pasivo de la compañía asciende a 474 millones de euros frente a un activo de solo 174 millones, aproximadamente. La parte más importante de estos activos son los permisos de vuelo. El grupo principal de acreedores está formado por los propios accionistas, a los que se deben 260 millones. De estos, 149 son de un crédito de la aerolínea escandinava SAS y el resto se reparte entre las empresas y organismos públicos, en su mayoría de la Generalitat. Otros 214 millones del pasivo son deudas con AENA, proveedores de los aeropuertos, billetes ya vendidos, fuel y alquileres.

El sindicato de pilotos SEPLA presentó un concurso necesario de acreedores, al que se unieron tres acreedores más, para intentar que el juez aparte al actual equipo de gestión y al consejo de la compañía y que determine a otros administradores concursales para llevar las riendas del proceso. Jaume Vicens, delegado del SEPLA en Spanair, dijo que ya no podían confiar en los gestores de la compañía. En un sentido similar se expresó el responsable del sector aéreo de CCOO, Jorge Carrillo.

Para cubrir la oferta de vuelos que ha dejado libre Spanair no habrá problemas. Sobre todo en las rutas más rentables. Solo dos días después del cese de actividades de la aerolínea catalana, dos de sus principales competidores en El Prat, Vueling y Ryanair, anunciaron la apertura de nuevas rutas en las que hasta ahora no volaban y sí lo hacía Spanair. E informaron que incrementarán la ofertas en los destinos en los que coincidían con la compañía quebrada. En este último punto se añadió Iberia. Los destinos en los que habrá más oferta alternativa son las islas Canarias, Madrid y los países escandinavos.