La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, defendió ayer en Berlín la ampliación de los recursos disponibles para evitar crisis de solvencia: "Se necesita un cortafuegos más amplio. Si no tienen este cortafuegos, países como Italia y España, que en definitiva tienen capacidad para pagar sus deudas, podrían verse abocados a una crisis de solvencia provocada por costos de financiación anormales, con implicaciones desastrosas para la estabilidad sistémica".

Crecimiento más vigoroso, cortafuegos más amplios e integración más profunda. Estas fueron sus soluciones. La dirigente francesa se refirió al 2012 como "el año de la curación". Y tras reconocer los esfuerzos de determinados países, criticó la actuación de algunos dirigentes políticos: "Las autoridades dejaron que una herida vieja se infecte, y eso agravó la situación".

Lagarde citó "los incansables esfuerzos" de sus "muy respetados amigos": la cancillera alemana, Angela Merkel, y el ministro de Finanzas Wolfgang Schäuble, en la búsqueda de soluciones a la crisis. J. M. F.