Sindicatos y patronal están esperando a que el Gobierno legisle y presente su reforma laboral, y en el Ministerio de Empleo ya se han puesto a trabajar. ¿Cuándo será? Cuando el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, considere que ha llegado el tiempo político adecuado, siempre antes del 30 de marzo. ¿Cómo será? Nadie del Ejecutivo da pistas más allá de la declaración de intenciones, pero podría incluir un contrato anticrisis por tiempo limitado, así como extender el contrato de fomento de la contratación, que conlleva un despido de 33 días.

El objetivo de estas medidas sería adelgazar la bolsa de jóvenes parados, que alcanza el 40% de la población activa, una cifra que causa escalofríos en Europa. Rajoy pidió a sindicatos y patronal que le propusieran un contrato especial para estos tiempos de crisis, aunque su ministra de empleo descartó los miniempleos .

El contrato de fomento de la contratación fue la herramienta a la que en los últimos meses del anterior Gobierno recurrieron los empresarios para crear empleo. Los meses en que se contuvo la destrucción de empleo la mayoría de los contratos fijo registrados fueron por reconversión de contratos de fomento.

Con una medida así, el Gobierno del PP intentaría alejarse de las presiones de la CEOE, que insiste en un contrato único con 20 días de despido. Pese a que ayer el vicepresidente de la CEOE y presidente de Cepyme, Jesús Terciado, expresó su esperanza de que la reforma de Rajoy "se acerque a la postura de los empresarios", el domingo Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda, lo descartó.

Para marcar más la distancia con la patronal, el ministro de Industria, José Manuel Soria, afirmó que "una cosa es lo que digan los empresarios y otra la que diga el Gobierno", y descartó que el Ejecutivo regule el número de días y la cuantía de la indemnización por despido.

Es una de las medidas que figuran en las 71 enmiendas que el PP presentó en el 2010 a la reforma laboral de Zapatero y a las que remitió ayer Mariano Rajoy, en rueda de prensa con Nicolas Sarkozy, cuando se le pidió que diera a conocer sus intenciones. Según el jefe del Ejecutivo, la reformas del mercado de trabajo emprendidas por su antecesor fueron "un poco tímidas".

Otra de aquellas propuestas trataba sobre las posibilidades de descuelgue de las empresas de sus convenios colectivos y las regulaciones de empleo con carácter temporal para evitar que el empresario solo recurra al despido en etapas de crisis.

El Ministerio de Empleo también estudia reducir a seis las modalidades de contratación y las consecuencias de que el convenio de empresa sea el eje de la negociación colectiva. El problema de esta medida, que figura en el programa electoral del PP, es que muchas pymes quedarían al margen de la negociación colectiva, al no contar con representación sindical. Estas pymes tienen ahora como referencia el convenio del sector, que luego adaptan a sus necesidades.

PROPUESTAS DEL AÑO PASADO Rajoy se agarró a sus propuestas del 2010 después de que el secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, le pidiera concreciones en vista de que el Gobierno da por seguro que no habrá consenso de los agentes sociales. "Es muy urgente que el Gobierno convoque a las partes y nos diga directamente qué reforma quiere y para qué", dijo Toxo, que advirtió de que una reforma laboral a destiempo puede agravar la situación y "quemar medidas que sirvan para generar empleo".

Por su parte, Francisco Aranda, vicepresidente de la comisión del diálogo social de la CEOE, acusó a los sindicatos de oponerse a todos los temas importantes y citó la flexibilidad interna, la reducción de contratos, el coste del despido y los salarios vinculados a la productividad. También el presidente de Cepyme delimitó los temas importantes para la patronal: definir claramente el despido objetivo y desjudicializar las relaciones laborales.