La degradación de la deuda pública española, francesa, italiana y de otros países de la zona euro por parte de la agencia de calificación norteamericana Standard & Poor's sacudió ayer a la eurozona, detuvo el proceso de rebaja de los tipos de interés de los países bajo presión, como España e Italia, y contribuirá a agravar la actual crisis de desconfianza hacia la deuda pública de los países del euro.

La deuda española perdió dos niveles y quedó situada en A, pasando su calificación de alta a media. Francia e Austria perdieron el máximo nivel de solvencia (AAA) y retrocedieron un escalón hasta AA+. Italia también perdió dos niveles y se situó en BBB+, con una calificación de nivel medio bajo. Portugal, con otro retroceso de dos escalones acabó en BB, con una calificación de inversión especulativa.

MAZAZO A FRANCIA Y AL EURO Aunque de momento las otras dos grandes agencias de rating, Moody's y Fitch, mantienen la máxima calificación para Francia y no han devaluado la calificación para los otros países del euro, la retirada por parte de Standard & Poor's de la preciada triple A a la deuda pública francesa constituye un mazazo político para el país y en especial para su presidente, Nicolas Sarkozy, y junto a las otras degradaciones representa un golpe bajo a los esfuerzos de los gobiernos de la eurozona para superar la actual crisis financiera.

La suspensión de las negociaciones entre el Gobierno griego y la banca acreedora sobre el canje de la deuda pública en sus manos con una quita del 50% añadió más incertidumbre a la crisis de la eurozona, anulando los efectos positivos del principio de acuerdo sobre los principales ejes del texto del tratado de rigor presupuestario alcanzado la víspera por los representantes de los países de la zona euro.

Standard & Poor's ya había anunciado en diciembre que colocaba bajo perspectiva negativa la calificación de la deuda pública de 15 de los 17 países de la eurozona, y la intención de la agencia norteamericana de privar a Francia de su triple A no era ningún secreto. Pero esta nueva andanada de la agencia de rating contra la zona euro complica la tarea de los líderes de la Unión Europea (UE), que se reunirán en Bruselas el próximo 30 de enero, a pesar de la huelga general convocada en Bélgica para ese día por los sindicatos.

Tan pronto como comenzaron a filtrarse los planes de la agencia de rating norteamericana, el Banco Central Europeo (BCE) efectuó intervenciones puntuales en el mercado secundario de deuda pública a favor de Italia y España, lo que frenó la pérdida de cotización de la deuda española e italiana. No obstante, la actuación del BCE no pudo evitar que el tipo de interés del bono a diez años español subiera del 5,13% de la apertura hasta el 5,24% al final de la tarde. La prima de riesgo de la deuda pública española también volvió a empeorar hasta los 347 puntos básicos respecto al bono de referencia alemán, perdiendo de golpe las mejoras de los últimos días.

En medios comunitarios, no obstante, se señaló anoche que los mercados ya habían dado por descontado hace tiempo la decisión de Standard & Poor's sobre Francia. También se indicó que la buena acogida de los inversores a las últimas emisiones de deuda de España e Italia podría posibilitar que la degradación de la agencia de rating tuviera un impacto real limitado, como ya le ocurrió a EEUU cuando también fue privado por Standard and Poor's de su triple A

PARIS RELATIVIZA Sarkozy, para contrarrestar el golpe a cien días de la primera vuelta de las elecciones presidenciales, ya había comenzado a preparar el terreno. El ministro de Economía, François Baroin, intentó relativizar la decisión. "Lo esperábamos. Es una rebaja de un peldaño, no es una buena noticia pero no es una catástrofe", declaró después de mantener un encuentro con Sarkozy. "Es como si un alumno