La consigna "vender Europa" que domina en los mercados desde el estallido de la crisis de la deuda pública, en el 2010, se ha convertido en estampida desde el pasado agosto. Los inversores huyen de los títulos europeos como de la quema, y por eso cada vez hay que pagar intereses más altos para retenerlos. Los analistas han empezado a difundir los primeros cálculos parciales sobre los estragos causados en estos últimos meses en Europa y las cifras son alarmantes.

Desde agosto, los inversores se han desecho de 105.000 millones de deuda pública italiana y española, según Barclays Capital. Además, los fondos monetarios de EEUU han cerrado el grifo con el que financian la banca europea, sobre todo alemana y francesa, de la que han retirado alrededor de 280.000 millones de dólares (unos 210.000 millones de euros) desde mayo.

El miedo se nota también en los fondos de inversión europeos. En solo dos meses, agosto y septiembre, los fondos de inversión europeos perdieron 107.000 millones. "Han sido los dos peores meses, en términos de salidas de capital, desde que la crisis financiera alcanzó su cénit, en octubre del 2008", afirma Ali Marsarwah, analista del portal especializado Morningstar.

EL PAPEL DEL BCE Los efectos de la fuga de 105.000 millones de la deuda pública de Italia y España en los cuatro últimos meses han sido en parte contrarrestados por el Banco Central Europeo (BCE), que ha ido comprando los títulos que los inversores se negaban a renovar.

Barclays Capital calcula que de los casi 130.000 millones de euros empleados por el BCE para taponar la sangría, 85.000 millones han servido para comprar deuda italiana, y otros 40.000, española. El resto, para las de Grecia, Irlanda y Portugal, según el mismo informe. "Si las incertidumbres continúan, no es difícil imaginar un escenario en el que el BCE (o el Fondo de Estabilidad Financiera Europea) deba seguir comprando más deuda de Italia y España, y absorber los bonos que vayan vendiendo los inversores", opina Laurent Fransolet, autor del informe.

Aunque no es el caso de la banca española, los fondos monetarios de inversión de EEUU se consideran la principal fuente de financiación a corto plazo de las entidades europeas. Sin embargo, empezaron a huir a marchas forzadas a partir de mayo, cuando surgieron las primeras dudas sobre la calificación AAA de la deuda de EEUU, explica David Cano, de Analistas Financieros Internacionales (AFI).

Según un informe de la agencia de calificación Fitch, la inversión en bancos europeos de los 10 principales fondos monetarios de EEUU ha caído el 42% desde mayo. Para estas 10 firmas, esos fondos se han desecho de unos 120.300 millones de eu- ros de inversión en la banca eu- ropea. Si los cálculos se extrapolan a todos los fondos monetarios, en EEUU la huida se podría cifrar en 210.5000 millones.

HUYENDO DEL CONTAGIO La banca francesa y la alemana son las que más están sufriendo este cerrojazo. Desde mayo, la inversión de estos fondos ha caído el 70% en Francia y el 50% en Alemania, según Fitch. "La huida de los fondos monetarios puede agravar aún más las dificultades de la banca europea", dice David Cano. Los 3.759 millones de eu-