La crisis ha puesto de manifiesto las diferencias entre los 17 países de la eurozona y los 10 países que forman parte de la UE pero no comparten la moneda única, encabezados por Gran Bretaña y por Suecia. Los países que están fuera del euro critican al resto por tomar decisiones que les afectan y en las que no pueden intervenir en las cumbres del Eurogrupo. Paralelamente, han surgido rumores que apuntan a que la zona euro podría dividirse en dos clases, los países que cumplen y los que no cumplen.