Telefónica obtuvo un beneficio neto de 2.733 millones de euros en los nueve primeros meses del año, lo que supone un descenso del 69,1% respecto al mismo periodo del año anterior. En la caída influyó una provisión de 1.870 millones de euros netos de impuestos por gastos de reestructuración derivados del expediente de regulación de empleo (ERE) aprobado en julio, y otras partidas extraordinarias, como las plusvalías generadas en el 2010 por el aumento de participación en Vivo. Los ingresos de la compañía llegaron a 46.672 millones de euros, el 5,4% más.

Los ingresos de Telefónica Latinoamérica se incrementaron el 18,1% (hasta 21.529 millones), mientras los ingresos de datos móviles aceleran su crecimiento hasta el 19,6% orgánico interanual. Sin embargo, el negocio en España se redujo el 7%.