Deshacer el entuerto de la CAM está al alcance de bien pocas entidades financieras. Para sanear la caja alicantina, son necesarios unos 2.600 millones de euros para cubrir la pérdida esperada por la subida de la morosidad, y otros 4.000 millones para hacer frente a futuros deterioros adicionales de los activos y a su déficit de capital, según fuentes de una de las entidades que ha accedido al cuaderno de venta de la caja, documento que el Banco de España ha presentado al Santander, el BBVA, La Caixa, el Popular y el Sabadell.

El supervisor, con todo, ha dado unos días a la CAM para que le presente su plan para recapitalizarse. La caja ha anunciado que planea pedir ayuda pública del fondo de reestructuración ordenada bancario (FROB) para cubrir su déficit de solvencia, que según fuentes del sector, está entre 2.500 y 3.000 millones.

Sin embargo, la extrema debilidad de la CAM (su morosidad pasó del 5,2% al 8,7% entre septiembre y diciembre) hace imposible que siga en solitario, aun con ayudas públicas. De hecho, el banco de inversión japonés Nomura ya está manteniendo contactos en el sector para buscarle una fusión o absorción.

INTERVENCION El Banco de España está intentando evitar una traumática intervención de la caja alicantina. Está convencido de que esta medida perjudicaría a la imagen de España, que ayer ya comenzó a verse afectada por la ruptura del Banco Base, la fusión que iba a crear la entidad alicantina con Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria.

Así las cosas, si la CAM no le ofrece una rápida solución, el supervisor se plantea nacionalizar la entidad mediante el FROB para subastarla después, entera o por partes. El problema es que su agujero es tan grande que excluye al Popular y al Sabadell como posibles salvadores.

Los tres grandes sí podrían asumirlo, pero a costa de una digestión pesada. La Caixa, ade- más, no desea quedarse con la CAM, porque perjudicaría el traspaso de su negocio a Criteria, proceso que le va a permitir crear un banco cotizado. Y el BBVA tampoco está por la labor.

El principal candidato sería el Santander, al que la CAM permitiría completar su red en el Levante. Pero el banco es prudente y esperará a conocer el estado real de la caja.