El Gobierno ha tomado nota de los vaivenes de sus políticas presupuestarias y quiere imponer más disciplina en el presupuesto del Estado. Se trata de evitar pasar de golpe de grandes alegrías presupuestarias (como aprobar el cheque bebé y la deducción de los 400 euros) a tijeretazos dolorosos como el que dio en mayo del 2010. El Ejecutivo, además, quiere que las comunidades autónomas le acompañen en esta iniciativa y así se lo propondrá en el seno del Consejo de Política Fiscal y Financiera.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció ayer en Bruselas esta iniciativa, que ha incluido entre los compromisos del llamado Pacto del Euro. Aunque no fue muy claro a la hora de traducir su mensaje de rigor presupuestario: habló de una "nueva regla de gasto" atendiendo "al crecimiento del PIB nominal en el medio plazo" para que "refuerce la estabilidad" y "fortalezca la vertiente preventiva en política fiscal". "Dicha regla será de obligado cumplimiento para la Administración General del Estado" al tiempo que "se promoverá un consenso para que se aplique igualmente en las comunidades autónomas".

CONTRAPESO Los expertos en materia presupuestaria destacan el alcance de las palabras del presidente. Angel Laborda, jefe de coyuntura del servicio de estudios de la Fundación de las Cajas de Ahorros, interpreta esta nueva regla de gasto como un contrapeso necesario al actual mecanismo de techo presupuestario, que habría evitado que en épocas en las que los ingresos se dispararon de forma extraordinaria por el boom inmobiliario el gasto creciera "como si los ingresos fueran a durar siempre".

Ese funcionamiento erróneo, según explica Laborda, llevó al Gobierno central a crear políticas de gasto muy costosas a medio plazo, como la ley de dependencia y el cheque bebé, citó el experto, que se han demostrado insostenibles cuando el ciclo económico ha pinchado.

Introducir una restricción como que, por ejemplo, el gasto presupuestario en ningún caso crezca por encima o por debajo del PIB nominal (que es el crecimiento real de la economía más la inflación) de la economía en un ciclo completo (con sus cumbres y sus valles), evitaría, según Laborda, un exceso de euforia en los momentos álgidos y permitiría cierto crecimiento del gasto en los momentos de depresión.

PIB NOMINAL DEL 5% En el último ciclo, desde 1994, la economía ha crecido a una media del 3% en términos reales. Si a esta cifra se suma el objetivo de inflación del Banco Central Europeo, del 2%, podría resultar una referencia de PIB nominal del 5% como promedio del periodo, según Laborda. Según este ejemplo, el gasto presupuestario no debería crecer nunca por encima del 5%, ni siquiera cuando los ingresos lo hagan al 15%, una cifra que se alcanzó durante la etapa del boom inmobiliario.

El presidente del Gobierno se mostró convencido de que "puede haber un acuerdo" con el PP para trasladar a las autonomías las reglas que va a incorporar el Estado. Según fuentes de la Moncloa, los cambios normativos que afectan al Estado se presentarán como tarde en octubre.

Esta medida fue la de mayor alcance que Zapatero incluyó en los compromisos que hizo ante sus socios y que estos revisarán cada año. Otra de las iniciativas más llamativas es la que tiene como objetivo hacer aflorar la economía sumergida. El jefe del Gobierno aseguró que, entre junio de este año y diciembre del 2012, se darán "incentivos" para que queden al descubierto los trabajos irregulares.

INCENTIVOS, NO AMNISTIA El ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, precisó que "los incentivos" a los que se refirió Zapatero "no consistirán en amnistía fiscal". Según adelantó el ministro, se centrarán en dar más facilidades para abonar las deudas con Hacienda o con la Seguridad Social a través de "plazos más largos" o menores exigencias en las garantías requeridas para avalar las cantidades aplazadas. Eso sí, después del año 2012, las sanciones se endurecerán.