Cuarenta líderes empresariales con cuatro horas por delante tuvieron tiempo de hablar con el presidente Zapatero de lo divino y de lo humano en la segunda de sus reuniones, ayer en La Moncloa. Pero sobre todo, hablaron de la necesidad de "cambios profundos" en el mercado laboral para hacerlo más flexible y de la necesidad de abaratar los costes energéticos. Así lo destacó el propio presidente del Gobierno al término de la reunión y confirmaron los asistentes.

Los primeros en intervenir fueron los presidentes de Telefónica, César Alierta; del Santander, Emilio Botín; de La Caixa, Isidre Fainé; y de la patronal CEOE, Juan Rosell. Este presentó un informe sobre el proceso de reforma de la negociación colectiva que se está pactando con los sindicatos. Según Zapatero, el informe resultó "exhaustivo y razonablemente esperanzador para un acuerdo en la dirección adecuada", que se plasmará en un proyecto de ley en abril.

Lo que evitó relatar Zapatero es que hubo significativas intervenciones en apoyo de un nuevo modelo de fijación de salarios desvinculado de la inflación, tal como plantea la cancillera alemana Angela Merkel. "Hay que flexibilizar el mercado de trabajo, descentralizar los convenios, no indexar los salarios al IPC, sino a la productividad, acabar con la dualidad de temporales y fijos y potenciar la contratación de jóvenes. La reforma laboral se ha quedado a medias". Así resume uno de los participantes el tono general de las intervenciones en materia laboral.

"La creación de empleo ha sido el punto más importante de la reunión. La segunda parte ha girado alrededor del mercado energético", resumió el presidente del Sabadell, Josep Oliu, para quien el ambiente de la reunión fue "distendido".

Los asistentes coincidieron en que la confianza en la economía ha mejorado gracias a las últimas reformas del Gobierno. El presidente de CEOE pidió que se mantenga ese espíritu, para reforzarlo --según fuentes de la patronal-- y no fue el único que pidió a Zapatero "acelerar y profundizar" reformas pendientes.

Según las fuentes consultadas, el presidente de La Caixa, Isidre Fainé, destacó el esfuerzo de saneamiento y reestructuración que hacen las cajas de ahorros y pronosticó "la digestión del ladrillo culminará en el 2012".

"NO BAJAR LA GUARDIA" El presidente del Gobierno se comprometió a "no bajar la guardia" en la ejecución de las reformas e incorporó una nueva en su agenda: la de los horarios comerciales. Según el presidente, "flexibilizar los horarios comerciales en las zonas turísticas es algo bastante razonable" por lo que expresó su deseo de negociar esta cuestión "inmediatamente" con las fuerzas políticas, "porque favorecer la competencia es bueno para la actividad y el empleo".

Zapatero pidió el compromiso de los empresarios allí presentes para financiar un plan de 30.000 becas para la formación de jóvenes desempleados de baja cualificación mediante un periodo de prácticas de seis meses en empresas compatibles con la formación teórica. La idea es que estas grandes empresas extiendan sus planes de formación también a las empresas auxiliares con el apoyo del Gobierno. El presidente de Telefónica, César Alierta, junto con el Ministerio de Economía, va a coordinar la puesta en marcha del programa para el que, ayer mismo, el presidente del Santander se comprometió a financiar 2.000 becas.