El presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha cerrado la Cumbre para la Reactivación Económica, celebrada hoy en el Palau de Pedralbes de Barcelona, con un pacto de mínimos, que contiene 13 conclusiones muy genéricas, aprobadas no por unanimidad pero sí con amplias mayorías variables. Han sido más de seis horas de reunión entre los 40 representantes del Govern -ha acudido el ejecutivo catalán en pleno-, los grupos parlamentarios, patronal, sindicatos y los expertos del Consejo Asesor para la Reactivación Económica y el Crecimiento (CAREC). El documento final de conclusiones, que consta de 10 folios, recoge básicamente las propuestas contenidas en el borrador que había preparado el Govern, al que se han añadido aportaciones puntuales de otros participantes de la cumbre. Los patrocinadores de la cumbre se habían propuesto inicialmente cerrar el máximo número de acuerdos para luchar con más herramientas contra la crisis y el paro, pero al final han tenido que conformarse con un escueto pliego de medidas, algunas de gran vaguedad, otras referidas al ámbito competencial estatal. El más satisfecho por los acuerdos alcanzados era el presidente de la Generalitat, Artur Mas, que ha sido el primero en valorar los acuerdos alcanzados y el único en calificar la cumbre, con un punto de euforia, de "extraordinariamente positiva". Mucho más comedidos en sus valoraciones han sido el socialista Joaquim Nadal, la popular Alícia Sánchez-Camacho y el republicano Joan Puigcercós, que se han sumado a buena parte de las conclusiones del documento final, pero no han ahorrado críticas por la poca concreción de las medidas. Los más beligerantes a la hora de hacer balance han sido el ecosocialista Joan Herrera, el presidente de Ciutadans, Albert Rivera, y el diputado de Solidaritat Catalana, Uriel Bertran. Las 13 conclusiones de la cumbre se estructuran en torno a seis paquetes de medidas a impulsar por parte del Govern, seis aspectos en los que se acuerda encargar estudios y un mandato a la comisión que elaborará una propuesta de pacto fiscal. La mayoría de estas cuestiones han contado con el consenso de buena parte de los presentes, con apoyos variables de cada actor según el tema planteado. Una de las baterías de medidas acordadas gira en torno a la simplificación de las cargas administrativas para reducir trabas a la actividad empresarial. El Govern deberá presentar antes de verano un proyecto de ley de simplificación de normas de la Generalitat para aligerar burocracia y, por otro lado, impulsará un plan de racionalización del sector público catalán. Otro paquete de medidas se refiere a una reforma de la formación profesional para acercarla a las necesidades del mundo laboral. Un tercer ámbito de acuerdo es la detección de infraestructuras estratégicas para Cataluña, como el Corredor Mediterráneo, devolver la máxima autonomía a los puertos catalanes, cumplir el Plan de Cercanías 2009-2015 y la gestión catalana de los aeropuertos. En cuarto lugar, se pide una reforma del impuesto de sociedades y del IVA en favor de la actividad económica, a plantear al gobierno del estado, una idea muy bien acogida por la patronal y el PP. Un quinto ámbito de acuerdos gira en torno al fomento del empleo, con medidas en favor del reciclaje formativo de los parados y el apoyo del Servicio de Empleo de Cataluña al acceso a un trabajo. El borrador del Govern se quedaba aquí, pero durante la cumbre se ha incluido un punto más, referido al "apoyo a los sectores sociales más perjudicados por la crisis", para que no queden desprotegidos. Se han dejado de lado las ideas más liberales del documento elaborado por el CAREC para la cumbre, como fórmulas de copago o un contrato único con indemnizaciones moderadas, que soliviantaron a la izquierda y los sindicatos. El papel del CAREC no terminará aquí, ya que en la cumbre se ha acordado encargarle seis documentos en el plazo de un mes, sobre vías de financiación en el sector privado, política industrial, modelo flexible para las pymes y los autónomos, interrelación entre investigación, innovación, universidad, industria y actividad productiva, fomento del espíritu emprendedor y política energética. El último de los acuerdos de la cumbre, avalado por el Govern y ERC pero con la oposición de PSC y PP, ha sido emitir un mandato a la comisión de base parlamentaria para que antes del 31 de octubre haya acabado de elaborar una propuesta de pacto fiscal.