Miles de agricultores tomaron ayer las calles de Jaén en una multitudinaria protesta para pedir medidas que hagan posible que el aceite se venda a un "precio justo". Duró más de dos horas. Los manifestantes llegaron desde decenas de municipios jiennenses y, también, de otras provincias españolas.

Los hombres y las mujeres que trabajan el campo llevan meses muy calientes. Sin embargo, ayer, comenzaron a hervir en las calles durante la primera protesta coordinada por las organizaciones agrarias del país y la Confederación Española de Cooperativas Agroalimentarias. Hubo 6.000 manifestantes --según la Policía Nacional-- o 12.000 --según el cálculo de los convocantes-- que recorrieron las calles de Jaén en la primera de las cuatro grandes manifestaciones que se han programado en España --le seguirán las de Córdoba, Toledo y Mérida--.

Los olivareros quieren que el aceite se venda a un "precio justo", que es sinónimo de una cotización que les permita vivir y mantener sus explotaciones dentro de los umbrales de la rentabilidad. Para ello, demandaron el almacenamiento privado de aceite de oliva a la Comisión Europea --la ministra Rosa Aguilar también lo volvió a pedir en jueves en Bruselas-- como una medida para levantar los precios de manera inmediata.

Además, reclaman más poder de negociación del valor del oro líquido a través de la propia Interprofesional del Aceite de Oliva Español y se anticipan al debate de la PAC con la petición de mecanismos de regulación de los mercados --capaces de intervenir en situaciones de desequilibrio, como la que ahora aseguran que padecen--.

La manifestación partió a las 11.30 horas de la plaza de la Constitución de Jaén. En la pancarta que abría la marcha se leía: "Precios justos para el aceite de oliva. ¡Almacenamiento privado y negociación de precios, ya!". La sujetaban los líderes de COAG, Asaja, UPA y de la Confederación Española de Cooperativas Agroalimentarias. Detrás de ellos estaba el verdadero respaldo, que era el de miles de agricultores con silbatos, gorras, ramas de olivo, pancartas de menores dimensiones o, simplemente, alzando la voz para pedir que el aceite de oliva no se pague tan barato. Los líderes de las organizaciones agrarias centraron sus discursos en la necesidad de intervenir el mercado y establecer nuevos mecanismos de control en la PAC.