España dio ayer un paso más para recuperar la confianza de los inversores y, por segunda vez esta semana, logró pagar menos por una emisión de deuda, siete días después de que la agencia Moody´s rebajara la calificación de la deuda soberana española. El Tesoro Público adjudicó ayer 4.129 millones de euros en obligaciones a 10 y 30 años a un interés marginal menor que en la anterior emisión.

En concreto, se vendieron 3.218,93 millones en obligaciones a 10 años a un interés del 5,179%, frente al 5,220% de la anterior subasta del pasado 22 de febrero. En las obligaciones a 30 años, por importe de 911,02 millones, el cupón pagado fue del 5,891%, frente al 5,976% de la anterior subasta. La demanda total de obligaciones fue de 7.693,2 millones, casi el doble de lo adjudicado.

España ha colocado en el conjunto de la semana más de 9.600 millones de euros, ha recibido peticiones de casi 22.500 millones de euros y ha logrado en ambos casos pagar menos. En la subasta del martes, el Tesoro adjudicó 5.500 millones en letras a 12 y 18 meses con el menor interés desde octubre. La vicepresidenta segunda y ministra de Economía, Elena Salgado, destacó entonces que la buena acogida de la emisión de deuda demostraba que el descenso de la nota de Moody´s no había tenido efecto en los inversores y que los argumentos del Gobierno y el Banco de España estaban siendo "considerados por los mercados".

La prima de riesgo de la deuda española se mantenía ayer en torno a los 200 puntos básicos con respecto al bono alemán a 10 años, la principal referencia. Por su parte, la portuguesa superaba los 420 puntos, la irlandesa los 620, y la griega, los 900.

España aún debe afrontar este mes otra cita ante los mercados. El martes intentará adjudicar letras a tres y seis meses.