Cuando aún no se ha terminado de cerrar el melón de la reforma laboral --que hoy se debate en el Senado--, el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, avanzó ayer algunas de las líneas generales del nuevo sistema de pensiones que el Gobierno quiere ultimar en lo que queda de año. Corbacho abogó ayer por subir a 20 años el periodo que sirve para calcular el montante de la pensión de jubilación. En la actualidad se toma como referencia la media de los 15 últimos ejercicios de la vida laboral del trabajador.

En declaraciones a Cataluña Radio, Corbacho juzgó "inevitable" aumentar el actual periodo de cálculo de 15 años por dos razones. "Para garantizar la sostenibilidad del sistema debemos aumentar el número de años para calcular la pensión a la que se tiene derecho", afirmó el ministro. "La segunda razón es que el sistema actual penaliza más a las personas que pierden su empleo en la última etapa de su vida laboral". Cálculos del Gobierno estiman un ahorro de 0,2 puntos de PIB por cada año que se amplíe la base de cálculo de las pensiones de la Seguridad Social. Cinco años, pues, llevaría a un ahorro de un punto de PIB. El cambio, en todo caso, se haría de forma progresiva, según dio a entender ayer el ministro. Corbacho insistió en que una de las prioridades del Ejecutivo es evitar las jubilaciones anticipadas y aumentar la edad de jubilación.

PACTO DE TOLEDO La propuesta lanzada ayer por Corbacho debe ser objeto de discusión en la comisión parlamentaria del Pacto de Toledo, en el Congreso de los Diputados, que es a quien corresponde pactar la reforma del sistema de pensiones. El Gobierno presentó un documento de discusión a principios de año que marcaba las líneas generales de la reforma y que incluía una sola propuesta concreta: elevar de 65 a 67 años la edad de jubilación de forma progresiva (a razón dos meses adicionales por año, a partir del 2013). Esta medida permitiría ahorrar a largo plazo dos puntos de PIB en gasto en pensiones. En su documento de enero, el Gobierno abogaba por ampliar el periodo de cómputo de las pensiones, pero no formulaba ningún plazo concreto. La propuesta expresada ahora por Corbacho ha sido acogida por los sindicatos como una nueva agresión a los trabajadores y un motivo más para secundar la huelga general del 29 de septiembre. Así lo interpretaron ayer los secretarios de Acción Sindical de UGT y de CCOO, Toni Ferrer y Ramón Górriz, en rueda de prensa. "El Gobierno está lanzando el mensaje claro de que, tras la reforma laboral, la próxima medida va a ser el recorte del sistema público de pensiones", afirmó Górriz.

Según Ferrer, la orientación de la reforma de las pensiones que quiere el Gobierno es clara: "Endurecer el acceso a la pensión de las personas en edad de jubilación, lo que trae como consecuencia una rebaja de la prestación". El ministro, sin embargo, defiende que alargar de 15 a 20 años el periodo de cómputo es una medida ventajosa para el elevado número de personas que va al desempleo a partir de los 55 años, ya que la base de cotización de estos trabajadores (que sirve para calcular el montante final de la pensión) se reduce de manera radical en los años previos a la jubilación.