Una vez más las miradas volvieron a dirigirse ayer hacia los 12 miembros que conforman el Comité del Mercado Abierto de la Reserva Federal estadounidense (Fed), que reconocieron al término de su reunión mensual que el ritmo de la recuperación económica de Estados Unidos se ha ralentizado más de lo previsto inicialmente. Ante ello, anunciaron un cambio de rumbo en su estrategia.

Aunque la dirección de la Fed decidió mantener los tipos de interés en un rango situado entre el 0% y el 0,5% durante un periodo prolongado de tiempo, el comité anunció en su esperado comunicado la adopción de algunas medidas para impulsar el crecimiento, con una nueva inyección de dinero fresco en el sistema a través de la compra de títulos de deuda soberana.

"El ritmo de la recuperación y el empleo probablemente serán más modestos a corto plazo de lo que se había anticipado", reconoció la institución que preside Ben Bernanke, que precisó que para ayudar a que la economía remonte en un contexto de estabilidad de precios usará las herramientas que sean necesarias para promover la recuperación.

CAMBIO DE ESTRATEGIA En contra del mensaje que venía transmitiendo desde hace meses, es la primera vez desde hace más de un año que la Fed cambia de estrategia y anuncia pasos para estimular el crecimiento, reinvirtiendo los recursos obtenidos por el vencimiento de sus bonos hipotecarios adquiridos durante la crisis en títulos del Tesoro a largo plazo. La Fed adquirió durante la crisis activos por valor de 1,25 billones de dólares en títulos respaldados por hipotecas y otros 200.000 millones de dólares de deuda contraída por empresas rescatadas por el Tesoro. La idea inicial era dejar que el tamaño de ese portafolio fuera reduciéndose gradualmente pero ahora lo reinvertirá en deuda pública.

El conjunto de los analistas daban por descontado que al término de la reunión del comité que dirige la política monetaria del país se mantendría estable el precio del dinero con los tipos de interés excepcionalmente bajos en una banda variable que oscila desde finales del 2008 entre el 0% y el 0,25%.

Las medidas del banco central llegan en un momento en que los indicadores apuntan a una desaceleración paulatina del ritmo de la recuperación económica de la primera potencia mundial, cuyo PIB creció en el segundo trimestre un 2,4%, frente al 3,7% registrado en el primer trimestre y el 5% de los últimos tres meses del 2009.

CAIDA DE LA PRODUCTIVIDAD Tampoco ayudaron las últimas señales del mercado laboral tras confirmarse que aunque la tasa de paro en julio se mantuvo en el 9,5%, otras 131.000 personas se quedaron sin trabajo durante ese mes y la destrucción de empleo en junio fue mayor de lo anunciado previamente. Además, la productividad de las empresas cayó por primera vez en más de un año.

La Fed trasladó a los inversores que tiene las herramientas necesarias para combatir la desaceleración y que recurrirá a ellas si hace falta, según David Resler, de Nomura Securities. Para Michael Feroli, de JP Morgan Chase, los movimientos de la Reserva demuestran que está "muy preocupada" por la sostenibilidad de la recuperación.