En apenas cinco minutos, los que restaban para el cierre de la bolsa, el anuncio de Standard & Poor´s de que rebajaba la calificación de la deuda española un peldaño, a la nota AA, provocó que el Ibex 35 pasase de caer el 1,3% a dejarse el 2,99% de su valor. Y podría haber sido mucho peor, si los inversores hubieran tenido tiempo de continuar con las ventas. Desde entonces, con todo, se ha desplomado el 10,7%. Es la prueba de que mantienen su poder sobre el mercado a pesar de sus errores.

Covadonga Fernández, analista de Self Trade, considera "totalmente justificadas" las amenazas de aumentar la regulación lanzadas por las autoridades. "Está claro que se necesita un control mayor, una mayor claridad a la hora de conocer los métodos de valoración que utilizan estas compañías y de las razones que existen detrás de sus valoraciones. El tema del conflicto de intereses también es clave: no puede ser que sea el emisor de la deuda el que pague el trabajo de quienes se la califican", defiende. No comparte la necesidad de crear una agencia pública europea, con lo que se huiría de la influencia anglosajona en el sector: "No creo que sea cuestión de discriminación geográfica, sino del tipo de industria".

Bill Gross, gestor de Pimco, el mayor fondo de bonos del mundo, las comparaba en una reciente carta pública con un "sabio idiota con un gran dominio de las matemáticas, pero ninguna idea de cómo aplicarlas". Las agencias, afirmaba, ya no son necesarias para las grandes firmas de inversión, pero sobrevivirán porque las necesitan los gestores de fondos de pensiones, los bancos y las aseguradoras porque con sus opiniones pueden guiar sus inversiones. "No las deis por enterradas; como vampiros al final de la noche, nos sobrevivirán a todos", ironizaba Gross en relación a las intenciones a la UE.

Las agencias declinan contestar a esas críticas, pero prometen colaboración. "Fitch ha apoyado permanentemente una regulación equilibrada y globalmente consistente. Continuamos comprometidos con las autoridades y los reguladores en que esos esfuerzos sigan adelante", asegura David Weinfurter, director de la compañía.