España será "el último país de la eurozona que entre en la recuperación económica", remarcó ayer la Comisión Europea. El elevado nivel de desempleo y el déficit público pueden desencadenar un círculo vicioso con "un elevado paro de larga duración y un grave empeoramiento de la sostenibilidad a largo plazo de las finanzas públicas", opina la Comisión Europea en su último Monitor Mensual de empleo, difundido ayer. "El desempleo es motor de pobreza en España", añade el informe, y recuerda que, según el último Eurobarómetro, el 90% de los españoles tiene dificultad para obtener una hipoteca y el 78% ve problemas para lograr un crédito.

Si esto es así, es fácil entender por qué la recuperación va con retraso. El elevado nivel de paro hace caer el consumo, que representa más de la mitad del PIB español. Además, genera desconfianza entre quienes tienen empleo, que prefieren ahorrar. Hay quien entiende, sin embargo, que este ahorro es la clave de la recuperación futura.

AUTOCRITICA EN PRIVADO Para la recuperación de la confianza ayuda poco la pérdida de credibilidad que acumuló el Gobierno mientras el presidente negó la existencia de la crisis económica. Este es un factor sobre el que, en privado, hacen autocrítica miembros del Gobierno y del PSOE. Estas mismas fuentes admiten que este "descrédito" del Gobierno impide que cale en la opinión pública el mensaje de relativa mejoría que traen los últimos indicadores y que ningún economista discute; ni siquiera el líder del PP, Mariano Rajoy. Tampoco cala que España es el país europeo que más estímulo fiscal ha invertido en la recuperación.

España sigue en recesión y, según las previsiones del Gobierno, no empezará a salir de ella hasta mediados del 2010. Pero también es cierto que la caída del PIB del tercer trimestre ha sido menor de lo esperado y que algún economista pronostica una tasa positiva para el cuarto trimestre.