La economía estadounidense se expandió en el tercer trimestre por primera vez en más de un año con un crecimiento del 3,5% de su PIB entre julio y agosto. Estos datos han sido acogidos con entusiasmo ya que indican que técnicamente el país ha salido de la recesión tras un año de desplome. Así lo dio a conocer ayer el Departamento de Comercio en su primera estimación oficial de las cifras en un comunicado que destacaba que "tras cuatro trimestres consecutivos de retroceso, el PIB de la primera economía mundial progresó en el tercer trimestre el 3,5% en ritmo anual con relación al segundo trimestre".

Este es el mayor aumento del PIB desde el tercer trimestre del 2007, que estuvo marcado por la explosión de la burbuja de créditos inmobiliarios de riesgo que luego precipitaron al mundo a la crisis. EEUU se situó mejor de lo que los analistas auguraban, ya que vaticinaban una tasa del 3,2%. Pero las cifras pueden verse alteradas a final de noviembre cuando se publique la segunda estimación del crecimiento con datos más completos.

En su mayor parte, la recuperación fue impulsada por los gastos de los consumidores, que aumentaron el 3,4% en relación con la primavera, aportando de este modo 2,36 puntos porcentuales al crecimiento del país.

Las cifras ven la luz un par de días después de que la agencia Standard & Poor´s anunciara que el precio de la vivienda volvió a subir en agosto por cuarto mes, esta vez el 1,2% respecto al periodo mensual anterior. Tan solo conocer la nueva, el presidente estadounidense, Barack Obama, señaló que "es una noticia bienvenida, indica que esta recesión se está disipando y que las medidas que adoptamos tuvieron efecto". Sin embargo, advirtió de que aún queda un largo camino por recorrer antes de que la economía se reactive al completo. Una opinión compartida por los analistas, quienes sostienen que si bien EEUU empieza a salir de la recesión, hay que plantearse el grado de sostenibilidad del crecimiento y las altas tasas de desempleo.