La actitud de José Luis Rodríguez Zapatero como "sindicalista irredento" explica el fracaso de las negociaciones del diálogo social. Este análisis de Esteban González Pons, vicesecretario de comunicación del PP, resume la ofensiva del primer partido de la oposición contra el presidente del Gobierno después de que este acusara a la patronal de ser la responsable de la ruptura por sus propuestas maximalistas. Las conversaciones a tres bandas, sindicatos, patronal y Gobierno, se dieron por rotas el viernes pasado después de que los empresarios volvieran a poner sobre la mesa la necesidad de aplicar una reforma laboral, una cuestión que había caído de las negociaciones semanas atrás.

LA CEOE, PRUDENTE En paralelo a la airada reacción de los populares, los máximos dirigentes de la CEOE adoptaron un papel de prudencia, a la vez que mantenían abiertas las puertas a una eventual reanudación de las conversaciones. "Ayer (por el viernes) supimos que estamos por encima de los 4,1 millones de víctimas del paro, y así España no puede permitirse un diálogo social y un presidente del Gobierno que va por el mundo de sindicalista irredento", dijo el portavoz del PP en Onda Cero.

Desde su punto de vista, el presidente del Gobierno "debe ser neutral" en las conversaciones y no puede gobernar "enfrentándose o siendo enemigo de la mitad de los españoles". Al margen de cuáles sean las razones que han llevado a la situación actual, González Pons afirmó que es "vergonzoso que el Gobierno no sea capaz de poner de acuerdo a trabajadores y sindicatos cuando España atraviesa la mayor crisis económica desde la década de los 70".

En una línea parecida se pronunció el presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijoo, quien consideró como una "actitud virulenta" el hecho de que Rodríguez Zapatero diera por fracasado el proceso de negociaciones. Desde su punto de vista, se trata de un "error" doble, tanto por dar carpetazo como por culpar a la CEOE. Aunque personalmente declaró no tener una idea hecha de quién es el responsable de la ruptura, el presidente gallego y militante del Partido Popular, subrayó en sus declaraciones a la Cadena Ser que Rodríguez Zapatero no "debe echarle la culpa a los demás".

NO A LOS 420 EUROS Otra voz del PP, en este caso, la portavoz adjunta en el Congreso, Fátima Báñez, dijo en la Cadena Cope que del "diálogo social hemos pasado al fracaso gubernamental". La aprobación de las ayudas de 420 euros mensuales a los parados que hayan perdido el subsidio de desempleo, añadió, es un "parche y no soluciona la sangría de parados".

El Gobierno, por su parte, no asume en absoluto el papel de neutralidad que quiere atribuirle el Partido Popular en las negociaciones sociales, sino que reivindica su obligación de "velar" por la protección de los trabajadores y por la "buena salud" de las cuentas de la Seguridad Social. Así lo recordó ayer desde Palma de Mallorca Miguel Sebastián, que se reunió con las grandes empresas del sector turístico. Reiteró que no ha sido responsabilidad del Gobierno el fracaso de las negociaciones, sino de la actitud de la organización empresarial, que "ha dejado mucho que desear".

En ese sentido, Manuel Chaves, vicepresidente tercero del Gobierno, considera que la patronal no ha defendido los intereses de los pequeños empresarios, que están alejados de las batallas políticas.