La Comisión Europea propuso ayer tímidas medidas para hacer frente a la grave crisis que atraviesan los agricultores por el hundimiento de precios que reciben por vender la leche a las industrias embotelladoras y alimenticias. El Ejecutivo comunitario descartó la reducción de las cuotas lácteas y propuso autorizar a los gobiernos a conceder ayudas directas a los agricultores y préstamos a las granjas en dificultades.