El Gobierno ha movido ficha para tratar de salvar el proceso de diálogo social. Y lo ha hecho acercándose más a las peticiones de la patronal que a las de los sindicatos. Ante el plantón de la CEOE de la semana pasada, el Ejecutivo propuso ayer una rebaja de las cotizaciones sociales de 1,5 puntos, lejos de los 5 que pide la asociación empresarial, pero superior a los 0,5 que propuso la semana pasada.

Además, y en contra de lo defendido hace unos días por el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, la medida no será enteramente provisional. Los empresarios se ahorrarían 0,5 puntos (1.800 millones de euros) de forma permanente a costa del excedente de las mutuas que gestionan las bajas laborales. El punto restante (3.600 millones) lo soportarían las cuentas de la Seguridad Social, cuyo superávit previsto para este año es de algo más de 3.000 millones. Esta medida solo estaría en vigor hasta el final del 2010.

Los agentes sociales se reunieron primero por separado con representantes de la oficina económica del presidente, y después tuvieron un encuentro a tres bandas. El Gobierno les entregó el nuevo documento de propuestas poco antes de entrar a esta reunión. Las partes se volvieron a citar para el miércoles para fijar sus posiciones.

Fuentes sindicales apuntaron que el Gobierno no ha mejorado su "insuficiente" propuesta respecto a la prestación de 420 euros durante seis meses ligada a la formación para los parados que hayan agotado su cobertura. Los sindicatos quieren que el programa dure un año.

UGT apuntó que el Gobierno ha dejado claro que no puede ir más allá en la rebaja de cotizaciones. CCOO no ve con buenos ojos que se ponga en peligro la sostenibilidad financiera de la Seguridad Social. Tampoco le gusta que "se haya dejado la puerta abierta" a que las empresas de trabajo temporal (ETTs) puedan actuar en sectores de riesgo o en la Administración.