Las oficinas que la Caja Castilla-La Mancha tiene en Córdoba, todas ellas en la capital, desarrollaron ayer una jornada aparentemente tranquila, con una normal afluencia de clientes que, según comentaron algunos de ellos a este periódico, buscaban sobre todo información e incluso señalaban que ahora están "más tranquilos". Otras fuentes indicaron que la caja ha sufrido en los últimos meses tal proceso de desgaste ante la opinión pública que casi todos los movimientos de retirada de fondos ya se han dado previamente a la intervención del Banco de España.

La entidad llegó a Córdoba en el año 2003, con la oficina del Paseo de la Victoria, y actualmente suma cuatro sedes con diez empleados, ocho de ellos fijos, según informa Ramón Toledano, de Comfia-CCOO. Este sindicato señala que la intervención "salvaguarda" los intereses de los clientes de CCM y reclama el mantenimiento del empleo.

La caja mantiene en Córdoba una actividad que abarca clientes minoristas, empresas e instituciones. Con el Ayuntamiento de la capital la relación es de "normalidad", indicó el teniente de alcalde de Hacienda, Francisco Tejada, quien señaló que el Consistorio firmó en el año 2007 un préstamo de 3 millones de euros destinados a inversiones que se está amortizando.