La industria automovilística española tiene, por fin, buenas noticias. Las ayudas que han puesto en marcha algunos países europeos para incentivar las compras de coches, que llegan a un máximo de 2.500 euros en el caso de Alemania, han causado un imprevisto pero bienvenido aumento de los pedidos a las fábricas ubicadas en España. El resultado es que se están reduciendo los días de los expedientes de regulación de empleo (ERE), que afectan a 39.000 empleados, y en algunos casos obliga a trabajar los sábados.

Por una vez, la especialización de España en la producción de coches de gama baja y media ha resultado una ventaja competitiva incluso frente a los países de origen de las multinacionales del automóvil. El ejemplo más exitoso es la factoría de Volkswagen en Pamplona, que ha recibido un pedido extraordinario de 28.000 coches del Polo que se venderán principalmente en Alemania y Francia, los mercados más importantes de Europa, donde han tenido más aceptación los planes Prever.

Precisamente ayer, el Gobierno alemán anunció su intención de ampliar la dotación de 1.500 millones asignada al programa de ayudas directas para quienes manden al desguace su coche viejo y compren uno nuevo.

CAMBIO INESPERADO "Hemos pasado de negociar un recorte de días de trabajo a estar al máximo de nuestra capacidad de producción", asegura un portavoz de Volkswagen Navarra. No solo han trabajado, con tres turnos, las cinco jornadas en las que iban a aplicar un ERE, sino también las siete a cuenta de la flexibilidad interna. Ahora necesitan abrir la fábrica los sábados para atender el pedido.

En el caso de Seat, la compañía informó ayer de que los pedidos recibidos de los concesionarios de Alemania se han incrementado el 167% en el primer trimestre. El Ibiza, al igual que otros coches del segmento de los utilitarios, se ha beneficiado de las ayudas de 2.500 euros a los compradores al tener unas emisiones bajas de CO2. En febrero, el primer mes de vigencia del Prever alemán, las ventas de Seat se incrementaron el 14%, con 5.736 vehículos matriculados, frente a un aumento medio de ventas del 21,5% en Alemania. Para hacer frente a los nuevos pedidos, Seat ha reducido ya en cuatro días la aplicación del ERE previsto en la línea del Ibiza.

Renault anunció ayer que las ayudas europeas también han aportado una carga de trabajo imprevista para Valladolid y Palencia, que han incrementado el ritmo de producción diaria en 50 y 40 unidades. Pero, además, será necesario trabajar algunos sábados en abril para satisfacer a los nuevos clientes, principalmente de Alemania y Francia, que da 1.000 euros de ayuda.

Renault prevé que la reactivación de la demanda minimizará la aplicación del ERE en vigor hasta mayo, del que solo ha utilizado ocho días en la cadena de montaje de motores de Valladolid y uno en la planta de cajas de cambio de Sevilla.

La mejora de las matriculaciones en Europa también ha premiado a la factoría de General Motors en Figueruelas (Zaragoza), que ha recibido un pedido extra de 13.748 coches de los modelos Corsa y Meriva. Una situación similar se ha producido en las fábricas del grupo PSA (Peugeot-Citroën) en Vigo y Madrid, con un incremento de las previsiones de producción de 7.000 y 30.000 unidades, que obligará a trabajar más días de los previstos.