El presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, y representantes de 11 organizaciones empresariales relacionadas con la automoción (incluidas las financieras), participaron ayer en una comparecencia conjunta para pedir al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que se implique en la adopción de un plan de ayudas para el sector. Los empresarios demandan una ayuda directa para la compra de vehículos nuevos o usados de 1.200 euros por operación y calculan que ello permitiría vender 150.000 coches más.

Conocedores de las discrepancias entre el ministro de Industria, Miguel Sebastián, y del vicepresidente económico, Pedro Solbes, los empresarios apelaron ayer a Zapatero.

Los representantes empresariales enfatizaron la gravedad de la "dramática" situación del sector, con caídas en las ventas del 30% en el 2008 y del 25% en el 2009, y con una fuerte destrucción de empleo. Se calcula que en la industria del automóvil hay unos 100.000 trabajadores afectados por diferentes expedientes de regulación de empleo (ERE) temporales y que han desaparecido miles de empleos en las empresas del sector (16.000 empleos menos en los concesionarios, según Ganvam).

Para remediar esta situación, los empresarios plantean un plan de ayudas directas para la compra de coches nuevos y usados, de vehículos comerciales ligeros (con 3.000 euros por compra) e industriales (12.000 euros por caso). El coste de la medida se cifra en 560 millones que, según los cálculos de los fabricantes de Anfac, quedaría compensado por una mayor recaudación de IVA e impuesto de matriculación de 223 millones.

El plan de ayudas directas debería ser complemento del plan Vive, que financia la compra de automóviles a través de una línea de 1.200 millones del ICO. La propuesta empresarial incluye una nueva línea de financiación, de 15.000 millones, para las empresas del sector.