Iberia se prepara ante lo que considera un año difícil. Para afrontarlo, reducirá un 4% su oferta --hace 15 días pensaba que solo sería necesario recortarla un 1%-- y prepara un ajuste más duro de sus plantillas. Además, el presidente de la aerolínea, Fernando Conte, se enfrenta este mes a la decisión de fusionarse o no con British Airways.

Iberia logró terminar su décimotercer ejercicio consecutivo con beneficios, aunque en este caso un 90,2% inferiores a los del 2007. Los resultados ascendieron a 32 millones de euros, cifra que contrasta con los 327 millones del año anterior.

Como es lógico, Conte no desearía repetir números negros en el 2009, pero reconoce que no sabe cómo van a evolucionar los ingresos después de que el tráfico de pasajeros continúa bajando en España y en todo el mundo.