Las ayudas del Gobierno británico a la banca se multiplican. El Reino Unido se dispone a inyectar está semana en torno a 500.000 millones de libras (unos 560.000 millones de euros), como parte del segundo plan de salvación del sector bancario, anunciado el pasado mes. El Estado garantizará así a las entidades bancarias del país contra los riesgos de pérdidas, generadas por sus activos tóxicos y los préstamos suprime.

De este público se beneficiarán, según la prensa británica, el Royal Bank of Scotland (RBS) y el Lloyds Banking Group (LBG), de los que el Estado posee el 70% y el 43%, respectivamente. El Gobierno inyectará además unos 15.700 millones de euros, durante los próximos dos años, en Northern Rock, el banco hipotecario nacionalizado en febrero del 2008 para evitar su quiebra.