Ante la saturación y la caída drástica de las ventas de pisos, las grandes inmobiliarias de España, agrupadas en el llamado G-14, han optado por parar en seco los inicios de obras. No es una licencia literaria, sino un dato real: el pasado diciembre ninguna de estas empresas empezó una obra nueva. Y en el último trimestre, solo empezaron 135 viviendas entre todo el grupo.

El presidente del G-14, Pedro Pérez, dio a conocer ayer estas cifras durante una jornada organizada por el Observatorio de la Vivienda. El promotor añadió que el precio de los pisos nuevos ha bajado un 20% desde el verano y aseguró que queda poco margen para bajar más, porque en muchos casos la financiación de la banca ha cubierto entre el 70% y el 75% del coste. El sector no iniciará más de 150.000 viviendas en el 2009; es decir, un 40% menos que en el 2008.