El secretario general de la Federación Agroalimentaria de UGT en Andalucía, Pedro Marcos, estimó ayer que alrededor de 80.000 trabajadores registrados en el Régimen General de la Seguridad Social, en su mayoría dedicadas a la construcción, retornarán al Régimen Especial Agrario durante 2009 en la comunidad andaluza. Marcos explicó que a mediados de 1990 trabajadores del campo se fueron marchando paulatinamente ante mejores condiciones económicas al sector de la construcción que vivía sus años de máxima explosión económica, si bien apuntó que ante la actual situación de crisis del sector se va a producir un trasvase de trabajadores.

En este sentido, el sindicalista precisó que las previsiones "no están muy equivocadas" cuando sólo en el último trimestre de 2008, unos 24.000 trabajadores se han incorporado al Régimen Especial Agraria, tendencia que, según puntualizó, "seguirá latente". Además, señaló que las provincias andaluzas que ya están notando este retorno con más fuerza son Sevilla, Jaén y Córdoba.

SITUACION ACTUAL El secretario general de la Federación Agroalimentaria de UGT--A llamó la atención sobre la situación actual del campo y afirmó que en este momento "el sector agrario no puede soportar" tal trasvase de trabajadores porque "el trabajo en el campo no es el mismo que ante por los sistemas de mecanización instalados".

Asimismo, hizo hincapié en que si las condiciones de trabajo del campo hubieran sido competitivas frente a las de la construcción años atrás no se habría producido el cambio de trabajadores de régimen para trabajar en la construcción. En este sentido, apuntó que en parte se podría solventar la situación creando un convenio colectivo a nivel regional que no distinguiera por provincias y ordenara condiciones diferentes para tareas iguales por estar en una u otra provincia.

"Un convenio regional del campo mejoraría mucho la situación y es algo que desde hace al menos diez años se está buscando, pero con la patronal indiferente es un objetivo complicado", subrayó.

Por otra oarte, el presidente de la Federación Nacional de Comunidades de Regantes (Fenacore), Andrés del Campo, defendió ayer la necesidad de introducir ciertos cambios en la segunda fase del Plan Nacional de Regadíos para garantizar su viabilidad y asegurar la competitividad de la agricultura, en un momento en el que el sector atraviesa una "fuerte presión económica".