Como ha ocurrido con el conjunto del sector financiero español, los resultados de La Caixa en el 2008 se mantienen en línea con los del año anterior, pero asumen que lo peor está por venir, razón por la cual la entidad ha destinado 1.388 millones de euros a coberturas de riesgo. La Caixa dio a conocer ayer un resultado recurrente atribuido de 2.052 millones, lo que supone el 2% más con respecto al ejercicio anterior, aunque descontados los beneficios extraordinarios y las dotaciones, los beneficios descendieron a 1.802 millones de euros, lo que supone el 27,6% menos que el 2007.

MOROSIDAD AL ALZA El 2008 ha sido un año complicado para la banca española, sobre todo el último trimestre. El incremento de la morosidad, más incluso que el deterioro del crédito, ha tenido un efecto perjudicial en las cuentas de la caja. La morosidad cerró el año en el 2,48%, 4,5 veces más que la tasa registrada a finales del 2007. La cobertura pasó del 281% en el 2007 al 66% en el 2008.

Como consecuencia, La Caixa ha destinado 1.031 millones a coberturas. De ellas, 617 millones tienen por objeto cubrir insolvencias y 414 millones, a créditos con elevada expectativa de riesgo, la devaluación de la cartera de participadas y prejubilaciones de la plantilla. A esa cifra se suman 357 millones para cubrir riesgos futuros.

La entidad ha tenido que echar mano de su fondo de provisiones genéricas, dotado con 2.272 millones de euros a finales del 2007. De esa cifra, ha restado 522 millones, a los que hay que sumar 140 millones procedentes de las dotaciones genéricas del ejercicio, así que el fondo para insolvencias quedó al final del periodo en 1.890 millones.

Pese a todo ello, el presidente de la tercera entidad financiera española, Isidro Fainé, concluyó que los resultados "son muy satisfactorios". La entidad acabó el ejercicio con una posición de liquidez de 22.262 millones de euros, algo inferior a los 25.146 millones del 2007.