La mayor cadena de cafeterías del mundo anunció ayer una segunda tanda de despidos, cierre de locales y un fuerte descenso en los beneficios. Unos 200 establecimientos de Starbucks en EEUU y otros 100 en el extranjero bajarán la persiana de aquí a septiembre, sumándose a los 661 cierres ya anunciados el año pasado. Más de 6.000 empleados se quedarán en la calle, como les pasó a 3.600 trabajadores de los más de 12.000 afectados por los recortes del 2008. Y también 700 ejecutivos de la sede central en Seattle tendrán que buscar nuevos jefes.

En el último trimestre, los beneficios netos cayeron un 69% hasta los 64,3 millones de dólares, frente a los 208,1 de hace un año. El director de la cadena, Howard Schultz, avisó ayer de que los resultados "podrían seguir bajo presión hasta que la economía empiece a recuperarse".