La crisis ha llegado al mercado laboral alemán. La Agencia Federal de Empleo (BA) anunció ayer que la tasa de paro se ha situado en enero en el 8,3%, frente al 7,4% de diciembre, lo que se traduce en un total de 3.489.000 desempleados. El número de parados bajó en 170.000 respecto a un año atrás, pero creció en 387.000 frente a diciembre.

La tasa de paro sigue siendo inferior a la de enero del 2008 y, aunque la recesión se inició en el segundo trimestre del año pasado, el desempleo no empezó a crecer hasta enero y aún se crea empleo. En España, durante el mismo periodo y entrando en recesión un trimestre más tarde, el número de parados ha pasado de 1,9 millones hace un año a 3,2 millones y la tasa de desempleo, del 8,61% al 13,91%.

Según Adriana Galunic, de la Agencia Federal de Empleo (BA), "tras las reformas del mercado laboral en el 2005, Alemania ha vivido tres años de descenso del paro y alcanzado cifras récord a la baja en los últimos meses".

En octubre, el país estaba por debajo de los tres millones de parados por primera vez en 16 años. Hay otras razones que adelgazan las cifras de desempleo, como el denominado paro parcial. Esto permite reducir jornadas o suspender contratos durante semanas o meses cuando hay caída de la demanda. El trabajador recibe parte de su sueldo de la empresa y otra parte de la BA, equivalente al expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) en España.

AUMENTO PREVISTO El Gobierno alemán prevé un aumento del paro de 500.000 personas en el 2009, lo que dejaría la cifra total algo por encima de los 3,5 millones. Pero ya hay voces pesimistas que hablan de más de cuatro millones.

En todo caso, con el doble de población activa que España, tiene casi el mismo número de parados. Alemania tiene una economía productiva menos vulnerable ya que depende sobre todo de la industria de alto valor añadido y de la exportación, según el profesor del IESE, Alfred Pastor: "Son, en este sentido, empleos más estables". Esa es una de las diferencias respecto a España, donde la agresiva destrucción de empleos tiene mucho que ver con el peso del turismo y la construcción.

Alemania vivió primero una crisis financiera que se ha trasladado a la economía y será intensa "en la medida en que países como China, les compren menos maquinaria o dejen de hacerlo, como ya ha empezado a pasar," dice el catedrático y presidente del Departamento de Economía del IESE, Antonio Argandoña.

El modelo alemán se basa en un pacto del 2000 con el que los sindicatos y las empresas acordaron congelar salarios y elevar la productividad y flexibilidad a cambio de mantener el empleo. Argandoña defiende una reforma laboral en España que permita "reconvertir trabajadores de un sector ahora parados en trabajadores de otro".