El Gobierno irlandés ha vuelto a rechazar la oferta efectuada por la compañía aérea de bajo coste Ryanair para comprar su participación en Aer Lingus por considerar que la propuesta no valoraba lo suficiente a la antigua línea estatal.

Esta oferta, que rondaba los 750 millones de euros, fue anunciada por Ryanair el pasado 1 de diciembre y supone su segundo intento fallido de compra por la compañía irlandesa, que fue privatizada por el Gobierno de Dublín en el año 2006.

El ministro de Transporte irlandés, Noel Dempsey, aseguró que la fusión hubiera tenido un impacto negativo al reducir el número de competidores en el mercado.

El Gobierno irlandés mantiene en su poder el 25,12 por ciento del paquete accionarial, mientras que el colectivo de trabajadores de la compañía (ESOT) posee otro 18 por ciento.

Ryanair, que actualmente tiene en su poder el 30 por ciento de las acciones, hizo una oferta de 1,40 euros por cada uno de los títulos de Aer Lingus, un 28 por ciento más que la cotización media alcanzada durante el pasado mes de noviembre, según informó entonces la propia compañía de bajo coste.

Pese a que el presidente de Ryanair, Michael O'Leary, advirtió al Gobierno irlandés de que el tiempo para aceptar su oferta se está acabando, el ministro de Transportes insistió en que su oferta "minusvalora" Aer Lingus.

Dempsey recordó que la política del ejecutivo de Irlanda en materia de aviación es la de proteger la competitividad, ya que "los irlandeses dependen mucho del transporte aéreo, por lo que un monopolio en esta zona no sería lo mejor para sus intereses".

La Unión Europea (UE) negó en junio de 2007 a Ryanair su autorización para adquirir Aer Lingus por el perjuicio que ocasionaría a los consumidores la aparición de un monopolio en numerosas rutas con origen y destino en Irlanda.

Sin embargo, Ryanair defendió en la presentación de esta última oferta por Aer Lingus que las condiciones del sector han cambiado en los últimos dos años, como lo demuestra la fusión, por ejemplo, de Air France y la holandesa KLM o "la quiebra de más de 30 aerolíneas" por la subida del precio del combustible y la crisis económica.