Ante un ataque inédito, una respuesta sin precedentes. Si bien es cierto que la autonomía de las cajas frente a los políticos siempre ha despertado suspicacias, nunca antes se había visto tan públicamente cuestionada como con la lucha abierta en el PP por el control de Caja Madrid. Tal es así que la confederación de cajas de ahorro (CECA) ha decidido por sorpresa salir en defensa de la independencia de la entidad y, por ende, del conjunto del sector.

El consejo de administración de la patronal hizo pública ayer una de las pocas declaraciones institucionales de su historia. El escueto documento subraya que una vez que los miembros de los órganos de gobierno de las cajas son nombrados "el mandato es irrevocable y están legalmente obligados a defender los intereses de su entidad, por encima de cualesquiera otros (incluidos los de la entidad, pública o privada, que los designó)".

Sin nombrarlo, se trata de un claro respaldo al presidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, que es también vicepresidente del consejo de la CECA. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, quiere echarle por todos los medios, e incluso ha reformado la ley regional de cajas para lograrlo. Se da la circunstancia de que fue la Comunidad, cuando estaba gobernada por Alberto Ruiz Gallardón, quien propuso a Blesa para el cargo. Ahora, desde el Ayuntamiento de la capital, el alcalde se ha convertido en el principal apoyo de Blesa.

REFORMA PENDIENTE Pero la confederación no se quedó en el caso puntual y solicitó al Gobierno y a los grupos parlamentarios que "lleven a efectos las reformas legales que preserven el principio constitucional de autonomía empresarial, predicable de las cajas de ahorro". Una reclamación tradicional del sector.

El pronunciamiento de la CECA se produjo 24 horas después de que el vicepresidente económico, Pedro Solbes, afirmara no tener intención de intervenir en Caja Madrid, pese a considerar que está en una situación "muy grave". Fuentes de su departamento reiteraron que la reforma de la ley estatal de cajas "no es algo que esté planteado".

El ministerio, eso sí, no interpretó el comunicado de las cajas como un apoyo a las tesis del líder del PP, Mariano Rajoy, que ha pedido más competencias para el Banco de España para que se encargue de tutelar las cajas.

La guerra en Caja Madrid ha traspasado las fronteras habituales del debate sobre la independencia de las cajas, perjudicando al sector. "Hemos tenido que dar un golpe en la mesa. Hay tentaciones, no solo en Madrid, de hacernos dejar de ser autónomos, y es necesario que los poderes públicos velen porque sigamos siéndolo. No se puede estar permanentemente hablando sin hacer nada", dicen en la CECA. .