El primer ministro fran- cés, François Fillon, anunció ayer que el Gobierno destinará entre 5.000 y 6.000 millones de euros a la industria del automóvil, pero exigirá a cambio varias contrapartidas. La más importante es que los constructores deberán mantener la producción en el país. El secretario de Estado de Industria, Luc Chatel, explicó que el Gobierno también exigirá a la industria que reequilibre sus relaciones con la industria auxiliar y que los directivos y los accionistas renuncien a los bonos y a los dividendos que perciben.