El Estado británico controlará el 43,4% de Lloyds Banking Group, la mayor entidad financiera del país, que surgirá de la fusión de Lloyds TSB y Halifax Bank of Scotland (HBOS). La Administración se ha visto obligada a tomar esta sustancial participación después de que los accionistas de ambas entidades hayan rechazado masivamente acudir a la ampliación de capital con que han tratado de solventar su grave situación.

Para completar su unión dentro del plan de rescate del Gobierno, los dos bancos necesitaban recaudar 19.000 millones de euros mediante la emisión de acciones preferentes, que ha adquirido el Ejecutivo, y ordinarias, que el Estado solo compraría si no lo hacían los accionistas. Solo el 0,24% de las acciones ofrecidas por HBOS fueron adquiridas por sus accionistas, y en el caso de Lloyds, el 0,5%.