La intervención pública de Estados Unidos en el sistema financiero deja de ser una teoría y empieza a ser una realidad. El Departamento del Tesoro cerró el pasado domingo por la noche un acuerdo con los nueve principales bancos privados del país por el que destinará inicialmente 99.200 millones de euros del erario a comprar parte de sus acciones y anunció que las adquisiciones comenzarán esta misma semana. Además, el Tesoro acordó una inyección inicial de 26.984 millones de euros en 15 bancos regionales como parte de un plan de compra de acciones preferenciales que alcanzará para final de año los 99.200 millones de euros. Asimismo, los bancos beneficiados por las ayudas tienen luz verde para destinar el dinero a la compra de las instituciones más débiles.

La Reserva Federal también empezó a comprar ayer deuda a corto plazo directamente a las empresas, así como su papel comercial, una apuesta con la que trata de descongelar un mercado que ha estado prácticamente inerte desde hace semanas. La Fed inicia hoy su reunión de dos días. Se prevé que finalice con otro recorte en los tipos de interés; ayer fijó en el 2,88% el interés que está dispuesta a aceptar por pagarés comerciales a 90 días no asegurados y en el 3,88% el de los garantizados. Mientras, aumentan las posibilidades de que las ayudas se extiendan al sector del automóvil.