Las empresas panificadoras, que esta semana han participado en Lérida en unas jornadas de la Asociación Española de Técnicos Cerealistas, prevén un repunte del consumo del pan en España a consecuencia de la crisis económica, al tratarse de un alimento de los más baratos y accesibles para la población.

Durante una mesa redonda destinada a analizar el presente y el futuro de la panadería en España, los expertos participantes, pertenecientes a diferentes empresas relacionadas con el sector del pan, como Harinera Castellana, Tecpan, Ceopan, Salva Group o Bimbo, coincidieron en que la actual de crisis es un buen momento para fomentar el consumo del pan.

Un consumo que, según los datos presentados durante las jornadas, ha descendido en un 60% durante los últimos 40 años, hasta situarse en unos 50 kilos por persona y año. La "mala prensa" que en opinión de las empresas se ha hecho al pan durante las últimas décadas, presentándolo como un alimento calórico poco saludable es, según los expertos del sector, una de las principales causas del descenso del consumo de este alimento.

Además, según apuntaron, a pesar de que desde el año 2000 ha habido un incremento de población de cinco millones de personas, este aumento se ha producido por la llegada de inmigrantes procedentes de países en los que no hay tradición de consumo del pan. Esta situación ha llevado a que de los 23.000 obradores y 10.000 pasteleros que había hace 8 años, en la actualidad solo queden unos 15.000 profesionales sumando los dos sectores.

Además, la panadería está perdiendo terreno en favor de la bollería, ya que de esos 15.000 negocios, un 41% son solo panaderos, un 38% son panaderos que también elaboran pastelería, y un 21% se dedican a la pastelería pura. La llegada a España hace 15 años de la industria de masas congeladas y la falta de mano de obra experimentada son, según los expertos, otras de las causas que han llevado a la desaparición de muchos obradores.

Por todo ello, los panaderos están buscando fórmulas que permitan incrementar el consumo de pan. Las estrategias para conseguirlo explicadas durante las jornadas pasarían por dar una mayor información a los médicos y dietistas sobre el pan, para que fomenten su consumo entre la población, buscar fórmulas de mejora de la calidad, el aroma y el sabor del pan, e innovar creando nuevas variedades que se adapten a los gustos.