La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) optó ayer por recortar en 1,5 millones de barriles diarios, el 5% del total, la oferta de crudo a partir del próximo 1 de noviembre.

Con esta medida, el cártel persigue contener la caída del precio del petróleo que, sin embargo, ayer continuó. El barril de Brent, la calidad de referencia en Europa, llegó a desplomarse más del 9%, hasta el nivel de los 60 dólares (60,98), casi el 60% por debajo del récord de julio (147,50 dólares) para luego moverse en la cota de los 62.

El cártel de países exportadores, que celebró ayer una reunión de emergencia prevista inicialmente para el mes que viene, constató "el notable impacto en la economía mundial" y en la demanda de petróleo de la crisis financiera. Esta situación, a juicio de la organización, ha dejado el mercado con "exceso de capacidad", según la nota oficial emitida tras la reunión de la 150 conferencia ministerial de la organización de exportadores.

En la cumbre que celebrarán en Orán (Argelia) el próximo 17 de diciembre podrían decidir nuevos recortes. El recorte acordado ayer se sitúa en el punto medio entre los socios que como Irán reclamaban dos millones de barriles y los que preferían no superar el millón. La decisión de pasar de una oferta de 28,8 millones de barriles diarios a 27,3 millones fue criticada inmediatamente por la Casa Blanca, que la consideró "contraria a las reglas del mercado". Además de esta crítica del primer consumidor mundial se produjo la de otros grandes clientes occidentales, como Alemania o el Reino Unido.

TEMOR A NUEVAS SUBIDAS Muchos países temen que una reducción de la oferta pueda elevar los precios y empeorar la situación económica mundial. Algunos productores que no forman parte de la OPEP, como Noruega, desoyeron la petición del cártel de retirar oferta del mercado. Según la OPEP, el recorte es, en realidad, de unos 1,8 millones de barriles diarios porque en la actualidad los países del cártel bombean unos 300.000 barriles cada día más de los acordados. No obstante, para este grupo de países hay mucho en juego. En algunos de ellos, el producto interior bruto (PIB) se nutre en buena parte de esta actividad de venta de crudo a otros países. Los miembros del cártel ingresaron hasta septiembre pasado más de 600.000 millones de euros netos con las exportaciones de crudo, lo que supone más que en todo el año 2007. Arabia Saudí, el principal exportador, recibió en torno al 30% del total de esa cifra.

De haberse mantenido el barril por encima de los 100/120 dólares, este año hubieran llegado a ingresar el récord de más de 800.000 millones de euros, según las estimaciones del Departamento de Energía de EEUU. La OPEP, temerosa de que el barril siga desplomándose, prevé que la demanda mundial crecerá este año apenas en unos 400.000 barriles diarios y gracias a las economías emergentes. Para el año que viene prevén que el consumo solo crezca en unos 700.000 barriles diarios.

REPERCUSIONES POSITIVAS La bajada del crudo tiene sus repercusiones positivas para el consumidor. En este sentido, el número de gasolineras que en España venden el gasóleo por debajo del euro por litro crece de forma paulatina. En la web del Ministerio de Industria en la que se recopila esta información (http://oficinavirtual.mityc.es/car burantes/) aparecían un total de 22 estaciones de servicio. La más barata de todas es la de la estación de autobuses de Salamanca, con el diésel a 0,902 euros.