La procesión de pasar por la gasolinera a llenar el depósito de nuestro vehículo es estos días menos dolorosa que hace unas semanas. Y podría serlo aún menos en breve, pues el sector calcula que si el precio del barril de Brent se estabiliza o continúa bajando, tanto la gasolina como el gasóleo podrían llegar a situarse en torno a la barrera psicológica del euro por litro. Los consumidores se frotan las manos.

El barril de Brent alcanzó su máximo histórico el pasado 11 de julio, cuando llegó a costar 147,5 dólares la unidad. Desde entonces, la crisis ha llevado al petróleo a una devaluación continua, con una espectacular caída que lo hizo cotizar la semana pasada por debajo de los 70 dólares (cerró en 69,60 dólares el viernes). Los precios de la gasolina y el gasóleo no han bajado en la misma proporción, pero poco a poco los consumidores notan que llenar el depósito es algo más barato.

El litro de gasolina ha caído en el último mes el 6,2% y se vende en torno a los 1,07 euros, lo mismo que costaba en enero (el descenso es del 18% desde mediados de julio, cuando costaba 1,3 euros). Y el gasóleo de automoción cuesta el 5,5% menos que hace un mes (1,12 euros), el 21% menos que en julio.

PRECIOS CON DESFASE. La barrera psicológica del euro por litro de gasolina o gasóleo está ahora más cerca. Y desde la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio (CEEES) confirman que si el crudo continúa bajando, se romperá la barrera del euro por litro de manera generalizada en todas las estaciones. Incluso aunque el coste del crudo se estabilice en los actuales niveles los carburantes continuarán cayendo, por el desfase que existe a la hora de trasladar los precios.

"El precio en el surtidor no baja al mismo ritmo que el crudo porque las compañías son muy rápidas para subir los precios, pero poco para bajarlos", explica el presidente de las gasolineras catalanas, Albert Campabadal. Cuando las compañías tienen que comprar crudo y ven que su coste sube rápidamente, "dan la orden de subir los precios en el surtidor para no perder dinero", explica. Pero cuando la materia prima baja, la bajada es más progresiva porque "creen que como el petróleo que tienen guardado lo han comprado caro, no lo pueden vender barato".

EL 50%, IMPUESTOS. "Que la gasolina no baja al mismo ritmo que el petróleo es solo una percepción", explica el director general de la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP), Alvaro Mazarrasa. "La mitad del precio de los carburantes son impuestos, por lo que comparar porcentajes no es posible. Además, los precios de surtidor son en euros, mientras que los del crudo son en dólares. Y la cotización del euro-dólar influye", señala.

Aunque los precios en el surtidor continúen bajando, lo que no va a pasar es que el gasóleo vuelva a ser más barato que la gasolina, al menos por el momento. La razón es que la demanda de gasóleo ha crecido espectacularmente, por lo que "a mayor demanda, más coste", explica Mazarrasa.

"Notamos que la gente se acerca con menos miedo a la gasolinera", asegura un trabajador de una gasolinera. Cuando el precio del carburante llegó a los 1,3 euros en verano, notaron una disminución de la clientela y del precio medio de recarga. Asimismo, numerosos clientes cambiaron de súper 98 a 95, y de gasóleo plus a gasóleo normal (más baratos).